A pocos metros de su vivienda, en la zona marginal de turbo, de la que salió hoy a las 7 de la mañana y sin la protección que le habían brindado las autoridades por estar su vida amenazada, fue asesinado Adán Bernardo Quinto, un líder reclamante de tierras de esa zona, así como de los desplazados de La Honda, en Riosucio.
Los primeros informes oficiales señalan que Quinto dejó su casa en el barrio Las Flores, y a escasas cuadras fue baleado por sicarios, sobre los que las autoridades aún no tienen pistas.
El coronel Jairo Humberto Rojas, comandante encargado de la Policía de la zona de Urabá, manifestó que la ciudadanía fue la que avisó sobre el hecho, ocurrido hacia las 7 de la mañana y que se adelantan las investigaciones para determinar las razones y autores del hecho que hoy enluta a la comunidad de Turbo y Chocó, ya que Quinto se había convertido en un férreo defensor de los derechos de los desplazados y de quienes grupos criminales les arrebataron sus tierras.
Quinto lideraba un grupo de desplazados de sus tierras por grupos armados en el marco del conflicto armado que azota a Colombia desde hace medio siglo, y que luchan por regresar a sus hogares.
Las medidas de la Unidad Nacional de Protección (UNP), encargada de la seguridad de personas en riesgo, incluían en el caso de Quinto "un escolta, apoyo de transporte y chaleco blindado", según detalló un comunicado de ese organismo adscrito al ministerio del Interior.
Sin embargo, Otálora afirmó que este miércoles "no se hicieron presentes" quienes "tenían la obligación" de proteger al fallecido reclamante, pues la UNP aseguró que la víctima "salió sin la compañía del escolta, situación que está en verificación".
Carmen Palencia, también líder de restitución de tierras, le dijo a la AFP que los ocupantes de tierras se mueven a sus anchas "en la región y son los que están financiando a los asesinos".
De acuerdo con Palencia, van 70 reclamantes asesinados desde 2005.
Justamente, este miércoles se conmemora en Colombia el Día Nacional de las Víctimas, tres años después de la aprobación de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, en 2011.
En el conflicto armado colombiano, que según la ONU ha dejado unos 6 millones de víctimas -de los que al menos 5 millones son desplazados-, se han enfrentado guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha, fuerzas militares y bandas narcotraficantes.