Un experimento exitoso | El Nuevo Siglo
Martes, 24 de Noviembre de 2020

* Positiva progresión de “Días sin IVA”

* Comercio electrónico, nueva realidad

 

La estrategia de reactivación económica pospandemia tanto en Colombia como en todo el mundo depende no solo de la capacidad del sector productivo de recuperar su dinamismo sino que requiere indefectiblemente de que el consumo de los hogares también prenda motores. Solo en la medida en que la oferta y la demanda se recuperen será posible ir dejando atrás, de forma gradual pero permanente, el duro coletazo recesivo de la crisis sanitaria del covid-19 y todas las restricciones adoptadas para frenar la curva de contagios y decesos.

Por estas épocas, un año atrás, el Gobierno analizaba medidas para reaccionar a un agitado clima social, que incluso llevó a una ola de paros. Decidió, entonces, incluir en el proyecto de reactivación económica (que reemplazaba a la ley de financiamiento, declarada inexequible por la Corte Constitucional en octubre de 2019) una serie de alivios, como la devolución del IVA a las clases más vulnerables y la realización de tres jornadas al año en donde las ventas quedarían exentas de este impuesto, con el fin de que la ciudadanía pudiera acceder a las consecuentes rebajas y promociones.

Si bien es cierto que esa ley de crecimiento económico (que también incluía un apretón tributario) se aprobó a mediados de diciembre pasado, por entonces apenas si se estaban dando las primeras alertas en China sobre la aparición de un virus con alta potencialidad infecciosa y posiblemente mortal. Muy lejos estaban el Ejecutivo y el Congreso de precaver que esas dos medidas de alivios económicos, pensadas para aplicar beneficios económicos a los más desfavorecidos en tiempos ordinarios, se terminarían convirtiendo en uno de los más efectivos salvavidas para los colombianos golpeados por la pandemia por el covid-19, sin duda la crisis más grave del país y el planeta en las últimas décadas.

De hecho, la progresión del coronavirus, que llegó a Colombia en el arranque de marzo y obligó a declarar una cuarentena poblacional por varios meses, llevó a que el cronograma de los “Días sin IVA” fuera reprogramado debido a las prioridades sanitarias. Al final de cuentas, se terminaron llevando a cabo el 19 de junio, el 3 de julio y el sábado pasado, 21 de noviembre.

 ¿Cuál es el balance? Positivo en casi todos los aspectos. De un lado, las tres jornadas demostraron ser un proceso de aprendizaje rápido para las autoridades, el comercio y la ciudadanía. Y esa progresión se constata en la forma en que en materia de aplicación de protocolos sanitarios, acumulado de ventas, reactivación económica y control a la transparencia de las ofertas se avanzó de manera sustancial evento tras evento.

Las cifras son contundentes: según el Ministerio de Comercio el sábado se registraron ventas por 5,8 billones de pesos. Dicho monto implicó un crecimiento en pesos de 1,4 billones, es decir casi el 40 por ciento frente a los ingresos obtenidos en las jornadas de junio y julio. De igual manera, esos 5,8 billones de pesos significaron un aumento de más del 100 por ciento con respecto a las ventas en días similares y del 300 por ciento si se compara con los ingresos que reportaban los comerciantes al inicio de la pandemia. Sin duda, como lo resaltaron la Federación Nacional de Comerciantes y el Gobierno, se superaron todas las expectativas, pese a que solo los empleados públicos y una pequeña porción de los trabajadores del sector privado recibieron el beneficio del anticipo de la prima navideña. Si esta última medida hubiera sido generalizada, el resultado del tercer “Día sin IVA” habría sido sustancialmente superior, más aún porque no solo se demandaron en gran proporción productos, bienes y servicios gravados, sino que las rebajas se extendieron a otros exentos, atrayendo así a una gran cantidad de compradores. Este es otro hecho clave.

Otra de las grandes lecciones dejadas por estas tres jornadas es que los colombianos entraron de lleno en el comercio electrónico. La evolución de las ventas por internet es tal que el sábado, según Mincomercio, hubo transacciones por más de 1,8 billones de pesos, un hecho sin precedentes. Ha sido, también, un proceso de aprendizaje para todos: las plataformas han ido mejorando poco a poco sus sistemas de atención, en tanto los consumidores han perdido gradualmente el temor y la prevención a adquirir bienes, productos y servicios por esta vía. Sin duda, más allá de la pandemia, seguirá ganando terreno rápida y permanentemente.

En materia de disciplina social y cumplimiento de protocolos de bioseguridad también se avanzó mucho. El desorden y los riesgos de la primera jornada quedaron atrás y lo del sábado fue una muestra de disciplina social tanto del comercio como de la ciudadanía.

Visto todo lo anterior, queda claro que los “Días sin IVA” llegaron para quedarse. Hay ajustes por aplicar pero, en general, el resultado es positivo y Colombia demostró, una vez más, que está en la senda de la recuperación, una recuperación que reactiva la economía, empuja al comercio, beneficia a los consumidores y no arriesga en materia sanitaria. Un experimento exitoso.