“Cuando era niño oía atentamente a mis tíos contar varias historias sobre lo misterioso y fascinante del mar. Lo imaginaba calmado y sereno, como aparece en las pinturas de muchos artistas. En ese entonces creía que jamás podría conocerlo y hacer parte de esas experiencias maravillosas a bordo de los buques de vigilancia y de los submarinos que patrullan los océanos Atlántico y Pacífico”.

Así empieza su relato el jefe técnico de comando y submarinista de la Armada Nacional de Colombia, John Andrés García Guevara.

Cuando comienza a contar la historia sobre cómo llegó a la institución, el suboficial más antiguo de la Armada evoca los recuerdos de sus tíos cuando iban de visita a su “humilde hogar”, en Calarcá, en el departamento del Quindío. “Estaba en primera fila para conocer de primera mano todo lo que contaban sobre el océano, sus desplazamientos en los buques de guerra y en los submarinos, pues ellos eran suboficiales de la Armada”.

Explica que, además de las narraciones de sus familiares, también estaba al pendiente de los documentales relacionados con la vida en el mar. Sostiene que así podía comprobar todo lo que decían sus tíos que se podía hacer en la vida submarina. Además, “me llamó la atención lo que hacían los buzos”, sostuvo el suboficial.

Agradecido

“Así fui creciendo y cuando terminé mi bachillerato, a los 16 años, mis padres Julio César García y Gloria Marina Guevara, con unos ‘pesitos’ ahorrados por largos años, me alentaron a estudiar para ser suboficial de la Armada Nacional. Por supuesto, sin pensarlo dos veces allí estuve y hoy doy gracias a Dios, a ellos, a mis superiores y compañeros por todas las enseñanzas y aprendizajes y en el hombre en que me convertí”, expresó.

Además, añadió que “hoy todavía recuerdo que el mar me gustó gracias a las historias de mis tíos, pero fue estando frente al mar, en las unidades de superficie y en los submarinos donde pude corroborar que la vida en el océano es definitivamente asombrosa, admirada y respetada por muchos y que en absoluto no me había equivocado de profesión”.

Acotó en su diálogo con EL NUEVO SIGLO que “estando en el servicio se cumplieron mis expectativas. Considero que viví una etapa y una generación de transición, transformación y profesionalización de la carrera naval-militar de los suboficiales en la Armada Nacional”.

García Guevara precisó que “los cambios han llevado a que hoy en día contemos con suboficiales hombres y mujeres, más capacitados y entrenados para cumplir con éxito la misión que por mandato de la Constitución y la Ley tenemos como institución”.

El suboficial afirmó que “por haber nacido en el interior del país, en una familia humilde, trabajadora, nunca tuve la oportunidad de conocer el mar, pero con el tiempo, después de ingresar a la Fuerza Militar, conocerlo de frente, navegar y bucear, descubrí que no es tan calmado. Sin embargo, debo decir que siempre nos brinda esa belleza que posee. Es hermoso y no le debemos temer, pero sí tener mucho respeto y cuidado para conservarlo”, indicó.

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Importancia geoestratégica

García Guevara comentó que a medida que “uno va navegando y conociendo a profundidad el mar, durante patrullajes protegiendo la soberanía nacional y a los colombianos, piensa en las grandes riquezas y ventajas que encontramos en nuestros océanos y ríos para el desarrollo sostenible del Estado”.

Además, dijo que “es necesario conocer la importancia geoestratégica que tiene nuestro país con los dos océanos para la navegabilidad, la pesca, el turismo, el desarrollo de los puertos y la industria artillera. Aunque haya otros desafíos que cumplir y desarrollar”.

“Desde que uno ingresa a las escuelas de formación de oficiales, suboficiales y de infantes de marina, nos enseñan el papel primordial que juega la Armada Nacional para conservar y proteger nuestros océanos. Nosotros desde nuestros puestos de trabajo todos los días protegemos el azul de la bandera. El mar está lleno de magia, biodiversidad y oportunidades”, afirmó el suboficial.

García Guevara asegura que “lo grandioso desde que estoy en la institución es que a ella le debo todo: lo que soy como persona y como profesional. Aquí estudiamos, nos capacitamos y entrenamos permanentemente para lograr el mejor desempeño en cada uno de los cargos asignados. Aquí también fortalecí los principios y valores que me habían enseñado mis padres y así ser personas y militares ejemplares ante la sociedad”.

A bordo del ARC “Sirius”

El suboficial reveló que durante su carrera estuvo a bordo del ARC “Sirius” que pertenecía al Comando Específico de San Andrés y Providencia. “En los submarinos ARC ‘Intrépido’ y ARC ‘Indomable’ y en lanchas patrulleras, entre otras embarcaciones y en diversas unidades de la Armada Nacional, obtuve grandes experiencias y por supuesto amplié los conocimientos sobre el mar”.

A lo largo de su carrera militar García también fue alumno en las escuelas de submarinos César Neira Mora, Buceo y Salvamento y del Batallón de Fuerzas Especiales de Infantería de Marina. También ocupó los cargos de ayudante del Comando de la Flotilla de Submarinos; jefe asesor del Comando Específico de San Andrés y Providencia y actualmente se desempeña como jefe técnico de comando de la Armada Nacional. Fue en 1995 cuando ingresó como marino.

“Quien no estudia no progresa”

Definitivamente “aquí no se puede perder el tiempo, quien no estudia no progresa. Inicié mi carrera como Tecnólogo Naval en Electromecánica con Énfasis en Motores y luego obtuve el título de Ingeniero Electromecánico de la Universidad Antonio Nariño. También he adelantado diplomados relacionados con Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario y cursos militares, entre ellos el de Submarinos número 22, Curso de reconocimiento anfibio y demoliciones submarinas número 53; Mantenimiento y operación de lanchas patrulleras PBR y Operación y mantenimiento de submarinos".

Insignia de la Suboficialidad naval

Afirma que “la insignia de la Suboficialidad naval para nosotros es el suboficial jefe técnico de comando Rafael Darío Valverde Burgos, quien se retiró del servicio activo a los 91 años y quien lamentablemente falleció el pasado 25 de junio a la edad de 101 años. Hasta ese momento era considerado el marino más antiguo del mundo. Él vivía en Cartagena”.

También recuerda a su jefe técnico de comando, Luis Enrique Angulo Aspires, quien sirvió a la fuerza durante 56 años.

El jefe técnico de comando Rafael Valverde ingresó a la Armada Nacional en el año 1941, participó en la guerra de Corea en 1950, a bordo del buque ARC Almirante Padilla. Gran parte de su vida en la Institución la pasó a bordo de los buques de guerra. Fue nombrado como jefe técnico de comando de la Base Naval ARC Bolívar.

Sostiene que con el suboficial Angulo Aspires conversa telefónicamente. “Tuve la fortuna de conocerlos cuando aún estaban en servicio activo a bordo de las unidades a flote como el ARC Pedro de Heredia y en la base naval ARC Bolívar, en Cartagena”.

Agregó el submarinista de la Armada Nacional que “estos dos hombres por fortuna son reconocidos por su entrega total y servicio por nuestro país, protegiendo el azul de la bandera. Son un ejemplo de honestidad, responsabilidad y honor militar, digno de ser imitado por todos los hombres y mujeres de la institución”.