Por nuestra salud y la del planeta se cambiará la dieta global | El Nuevo Siglo
UNA coalición internacional procurará que todos los niños que asisten a escuelas en 2030 accedan a comidas escolares saludables
Foto La Voz del Sur - juan Carlos Toro
Viernes, 24 de Septiembre de 2021
Redacción internacional

Las dietas poco saludables causan 11 millones de muertes anuales y están relacionadas con seis de los 10 principales factores de riesgo en la carga de morbilidad.  A la vez otras 420 mil personas fallecen por consumir alimentos peligrosos, mientras que unos 3 mil millones no pueden permitirse una alimentación saludable y otros 800 millones padecen hambre en el mundo.

Ese es el “menú” actual, según la Organización Mundial de la Salud, OMS, del sistema alimentario global que en el último año enfrentó un nuevo drama: 370 millones de niños y niñas perdieron el acceso a las comidas escolares fruto del forzado cierre de instituciones educativas por la pandemia del covid-19.

Es por ello que los representes presentantes de todo el espectro social del mundo convergieron el jueves en Naciones Unidas, en una cumbre que acordaron medidas y estrategias para crear sistemas alimentarios más saludables, sostenibles y equitativos mediante alianzas de los distintos sectores económicos con los agricultores, las comunidades indígenas y todos los actores de la cadena que va desde la producción hasta la ingestión de la comida.

Acabar con el hambre y salvar al planeta fue el compromiso alcanzado en Nueva York y para ello se acordaron medidas encaminadas a producir alimentos más saludables y asequibles para toda la gente, con métodos menos dañinos para el medio ambiente.

Ruta de la recuperación

En su intervención en el evento, el titular de la ONU aseguró que los sistemas alimentarios pueden ser el motor de la recuperación mundial tras la pandemia de covid-19, recordando que representan el 10% de la economía global y que sostienen la vida de las personas, además de que son fundamentales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.

António Guterres destacó los absurdos del sector alimentario de la actualidad, en el que millones de personas pasan hambre y miles de millones más no tienen los recursos para comprar comida saludable, mientras un tercio de la comida que se produce se va a la basura. Además, hay miles de millones de personas con sobrepeso u obesidad y cientos de millones por debajo de un peso sano.

Añadió que para empeorar una situación que ya era grave, llegó la pandemia del coronavirus y agudizó las desigualdades, mermó las economías y empujó a millones de personas más al hambre y la pobreza extrema.

“Debemos construir un mundo en el que haya alimentos saludables y nutritivos disponibles y asequibles para todos, en todas partes”, dijo.


Le puede interesar: Los talibán exigirán que EEUU pague por daños causados a civiles


A costa del planeta

Pero esto no debe ser a costa de la naturaleza, recalcó, refiriéndose al papel de los sistemas alimentarios en el calentamiento de la Tierra al producir un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero, además de ser responsables del 80% de la pérdida de biodiversidad.

Guterres delineó tres prioridades para la transformación de los sistemas alimentarios: que redunden en salud y bienestar para todos, que sean capaces de satisfacer la demanda mientras protegen al planeta y que cimenten de la prosperidad de los miles de millones de personas que trabajan en el rubro de la alimentación.

“Las dietas nutritivas y diversas a menudo son demasiado costosas o inaccesibles, lo puede llevar a que la gente tome malas decisiones o que no tengan ninguna opción. Insto a los gobiernos y las empresas a trabajar juntos para aumentar el acceso a dietas saludables y a estimular nuevos comportamientos”, apuntó en cuanto al primer punto.

De la guerra con el planeta, indicó que es imprescindible terminarla y sostuvo que los sistemas alimentarios pueden ayudar a construir esa paz.

Héroes olvidados

Con respecto a los trabajadores del sector alimentario, el Secretario General recordó que no sólo están en el campo, sino en el transporte de la comida, su venta en el mercado o su entrega en las casas.

Enfatizó que fueron esas personas quienes se encargaron de mantener activa la producción y distribución de alimentos durante los confinamientos y limitaciones impuestos por la pandemia.

“Estos hombres y mujeres han sido los héroes olvidados de los últimos 18 meses. Con demasiada frecuencia, estos trabajadores están mal pagados, incluso explotados”, recalcó Guterres.

Para cambiar esta situación, añadió, hace falta reevaluar el enfoque de los subsidios agrícolas y el apoyo al empleo para los trabajadores de esa industria.

Toda la gente

Guterres exhortó a formar alianzas entre los sectores público y privado y la sociedad civil en su conjunto. “Necesitamos que la gente se involucre y sea el centro de nuestros sistemas alimentarios: familias, pastores, trabajadores, pueblos indígenas, mujeres, jóvenes”, listó.

“Cambiar los sistemas alimentarios no sólo es posible, es necesario”, puntualizó.


Además lea: El éxito Merkel: saber escuchar y permanecer en el centro


La Cumbre

En consonancia con el Secretario General, la enviada especial para la Cumbre del Sistema Alimentario, Agnes M. Kalibata, dijo que “los sistemas alimentarios tienen un poder increíble para acabar con el hambre, construir vidas más saludables y sostener nuestro hermoso planeta”.

La Cumbre sobre Sistemas Alimentarios sirvió de foro para exponer y poner en marcha las medidas que propulsarían el avance hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cada uno de los cuales depende hasta cierto punto de que se adopten sistemas alimentarios más saludables, sostenibles y equitativos.

Las estrategias parten del entendido de que un sistema alimentario abarca a todas las personas y todos los procesos involucrados en el cultivo, la cría o la elaboración de alimentos y su ingestión final, desde los agricultores hasta los recolectores de frutas y los cajeros de los supermercados, o desde los molinos de harina hasta los camiones refrigerados y las instalaciones de compostaje del vecindario.

Las discusiones para desarrollar las medidas comenzaron hace un año y medio en 148 países y contaron con la participación de más de 100.000 personas de una amplia gama de la sociedad.

Entre los propósitos de esas provisiones están crear conciencia de la necesidad de que las sociedades en su conjunto trabajen unidas para cambiar la producción y consumo de alimentos, y elaborar principios que orienten a los gobiernos y otras partes involucradas hacia la transformación.

Las propuestas planteadas se aglutinan en cinco vías de acción: garantizar el acceso a alimentos sanos y nutritivos para todos; adoptar modalidades de consumo sostenibles, impulsar la producción favorable a la naturaleza, promover medios de vida equitativos y crear resiliencia ante las vulnerabilidades y tensiones

Alianzas

El primer acuerdo de esta Cumbre fue el lanzamiento de las coaliciones “Healthy Diets from Sustainable Food Systems (Dietas saludables a partir de sistemas alimentarios sostenibles)” y “School Meals Coalition (Coalición de comidas escolares)”, para reunir a Estados, socios privados y agencias multilaterales.

La primera buscará alinear las acciones de las partes interesadas en todos los sistemas alimentarios para lograr un impacto colectivo en las dietas saludables, bajo sistemas sostenibles, “atendiendo las necesidades y ambiciones de las poblaciones mundiales, especialmente las más marginadas”, según la OMS.

Las acciones deberán comprender el suministro de alimentos centrado en su valor nutricional, el sustento de quienes trabajan en la cadena de suministro alimentario. y la protección del ambiente.

Se incluye como un objetivo “valorar la comida”: motivar a las personas, las familias y las comunidades a comer dietas saludables a través de la educación, la información, la generación de demanda y el apoyo al cambio de comportamientos.

La de comidas escolares se enfocará en garantizar que todos los niños tengan la oportunidad de recibir una comida saludable y nutritiva en la escuela para el año 2030, mediante la mejora de la calidad de esos programas de comidas, nacionalmente y a escala mundial.