Los puntos clave del POT para Bogotá | El Nuevo Siglo
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Lunes, 15 de Julio de 2019
Redacción Nacional

El Plan de Ordenamiento Territorial, POT, la hoja de ruta para que los municipios y distritos del país planifiquen el ordenamiento de su territorio, estará llegando al Concejo de Bogotá para su respectivo estudio en agosto.

Su elaboración, a cargo de la Secretaría Distrital de Planeación, busca mejorar la vida de los bogotanos a través de la generación de espacios públicos de calidad, de la disminución de la huella ecológica y urbana, de la recuperación y conservación del sistema ambiental y de la habilitación del suelo para vivienda social, entre otros. Con un proceso de elaboración de tres años y medio, a continuación los puntos clave de este documento.

Necesidad de vivienda

Una de las principales características de la propuesta del POT es responder a la demanda de vivienda de los capitalinos, que lo que requieren es una vivienda formal que este cerca del trabajo, a buen precio y que no destruya la Sabana de la ciudad. De acuerdo con cifras de la Secretaría Distrital de Planeación, el crecimiento poblacional de Bogotá requerirá cerca de 907 mil unidades residenciales nuevas en los próximos 12 años, y a razón de la caída del hogar (menos habitantes por casa), serán necesarias medio millón de viviendas. A razón de este escenario, la propuesta de POT establece que los proyectos nuevos, de expansión o de crecimiento, tengan por lo menos el 40% para viviendas de interés social y prioritario.

Uso del suelo

El POT busca una ciudad dinámica, densa, compacta y cercana, en la que se mezclen los usos del mismo de manera armónica y basada en la mitigación de impactos. En este sentido la propuesta normativa de este Plan entiende que los usos no son un problema por sí mismos: el gran reto es identificar unos niveles de mezcla de usos adecuados en dónde se mitiguen los impactos tanto urbanísticos como ambientales que estos puedan generar entre sí.  

Movilidad

El planteamiento de los niveles de mezcla en el uso del suelo también va directamente relacionado con el mejoramiento de la movilidad en la ciudad, basado en dos principios: disminuir la necesidad de los ciudadanos de desplazarse y descongestionar las redes de transporte público masivo urbanas y zonales, para qué la accesibilidad a dichas zonas esté garantizada sin la obligación de movilizarse en vehículo particular. Este POT también propone dos usos universales que hoy no se permiten al interior de los barrios: los jardines infantiles y las casas o centros de adulto mayor.

Medio ambiente

La propuesta del POT ha incorporado todas las decisiones más importales medioambientalmente hablando, y su contenido incluye fallos sobre los Cerros y  el Río Bogotá. También incluye los Planes de Manejo Ambiental vigentes de humedales, de la Reserva Thomas Van der Hammen y el Plan de Manejo y Ordenamiento de una Cuenca (POMCA) del río de la ciudad. Este documento adopta 30 mil hectáreas de nuevo suelo protegido en el Distrito, de los cuales 2.000 están localizados en el área urbana. Esto es un salto que no se había visto en los últimos planes y que lleva a Bogotá a tener más de 125.000 hectáreas de áreas protegidas. En el marco de la concertación, se definió como meta aumentar el espacio público por habitante en un 50%, pasando de 4 a 6 metros cuadrados. En los proyectos estratégicos este indicador se hizo aún más exigente, al requerir 8 metros cuadrados por habitante, el doble de lo que hoy tiene la Capital.

Las novedades

El actual POT incorpora la regulación de los puntos de carga de los vehículos eléctricos. Estos puntos deberán contar con los espacios y conexiones necesarias para que los propietarios puedan cargar sus carros. Todas las construcciones nuevas deberán contar con un mínimo de tamaño en alturas y parqueaderos para mejorar las condiciones de habitabilidad. También deberán garantizar accesibilidad universal para personas con limitaciones físicas. Por último, a los bares que estén dentro de los polígonos de alto impacto se les exigirá el análisis de movilidad, lo que significa que deberán tener regulada la movilidad peatonal, de parqueaderos, zonas amarillas, bicicletas, etc, y deberán evitar generar ruido, humo, vibraciones, basuras o vertimientos líquidos sobre los predios vecinos.