Perspectiva. La pava caucana le está ganando la batalla a la extinción | El Nuevo Siglo
LA DEFORESTACIÓN es una de las causas por las que la población de pava caucana había disminuido. Sin embargo, la especie se está recuperando.
/Karen Reyes-CVC
Sábado, 15 de Julio de 2023
Redacción Medio Ambiente

La pava caucana es endémica y es una de las aves colombianas más afectadas por la deforestación. Además, tradicionalmente ha sido objeto de caza por su carne, al punto que está catalogada como una especie en “peligro de extinción”.

Era abundante en los bosques de Cauca, Valle del Cauca, Quindío y Risaralda, pero se estima que hoy no tiene más de 2.500 ejemplares vivos.

Se ha perdido casi el 95 % de su hábitat natural original, según datos del "Libro Rojo de Aves de Colombia".

Sin embargo, la pava caucana les está ganando la batalla a los riesgos que la asechan y, de acuerdo con Luz Stella Castillo Crespo, bióloga de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), se registró un aumento en su población del 430 %.

“En un 430 % creció la presencia de la pava caucana (Penelope perspicax) en la Reserva Forestal Protectora Nacional Quebrada Guadualito y El Negrito, más conocida como Bosque de Yotoco”, indicó la bióloga, egresada de la Universidad del Valle y con 29 años trabajando en favor de la naturaleza.

Lus Stella, quien siente fascinación por la naturaleza y quien desde adolescente tenía claro que quería ser bióloga, principalmente para cuidar de los animales, explica que el “aumento del 430 % en la población de la pava caucana representa una gran satisfacción, tanto para nosotros, la CVC, como para un gran número de investigadores, comunidades y la sociedad civil. Son décadas tratando y tratando de detener acciones perjudiciales y procurando que la fauna y la flora se recuperen de una historia y un presente de presiones”.

Agrega que “la pava caucana es un ejemplo de este arduo trabajo. En el siglo pasado las poblaciones de esta especie y su hábitat disminuyeron en gran proporción, tanto así, que se llegó a considerar en vía de extinción”.

“Una madrugada de 1989, el biólogo Eduardo Velasco, en un recorrido en la Reserva Natural de Yotoco, vio una pava caucana acercarse al nido en un tronco seco; el animal al percatarse de la presencia del funcionario de la CVC se fue del lugar y no regresó. Por esta razón, en horas de la tarde el biólogo se acercó al nido y rescató dos huevos, los cuales fueron empollados por una gallina durante 24 días hasta que nacieron los polluelos”, cuenta Luz Stella.

Añade que “este redescubrimiento de la pava en la Reserva de Yotoco fue lo que motivó a la CVC y a otros muchos investigadores a continuar con la búsqueda de la especie, conocer su historia natural y el estado de sus poblaciones en el departamento, trabajo que han venido desarrollando varias instituciones, entre ellas WCS, que realizó estudios poblacionales en los años 2008 y 2014”. 

“En 2020 se inició en convenio con Wildlife Conservation Society (WCS Colombia) el proyecto para realizar el monitoreo de especies focales de fauna y flora silvestres, entre las que se incluyó la pava caucana. Este convenio finalizó en diciembre de 2022. Comparando los resultados de los estudios del 2008 y 2014 con los del 2022, podemos contarles a los vallecaucanos y al resto del mundo que esta especie aumentó su población en un 430 %”, indica.

Razones

Pero, ¿se sabe a qué se debe el aumento en su población? “Son décadas de acciones. Muchos mensajes para motivar a los pobladores, propietarios y comunidades en general para que preserven hábitats naturales y eviten la cacería; la suma de áreas para conservar y de zonas en proceso de restauración que hoy son usadas por la especie y el relacionamiento de instituciones que apuntan a cuidar y recuperar”, explica la bióloga de la CVC.

Manifiesta que la importancia de esta especie para los ecosistemas es que “el 97 % de la alimentación de la pava caucana está constituida por frutos, de especies como yarumos, tunos y ficus, y complementa su dieta con flores, hojas e insectos. Gracias al consumo de una gran variedad de plantas y a que las semillas quedan intactas después de pasar por su tracto digestivo, es considerada un importante dispersor de semillas de especies nativas, contribuyendo en la recuperación de los ecosistemas en los que se encuentra”.

Pero, “definitivamente la pérdida de hábitat, debido a la alteración y degradación por la tala y la quema, así como en algunas áreas la modificación del sotobosque causada por el pisoteo del ganado, que altera considerablemente el establecimiento de plántulas y el reclutamiento de nuevos individuos, impacta de manera negativa a la pava caucana, al causar el aislamiento de los bosques, deteriorando las condiciones ideales de hábitat para su alimentación, reproducción y supervivencia”, asevera la profesional. 

Agrega que “en el caso de la Reserva Forestal Protectora Nacional Quebrada Guadualito y El Negrito, se presentan algunos asentamientos humanos no planificados dentro del área que, aunque en pequeña proporción, aportan a la pérdida y transformación de la cobertura natural con deforestación por urbanización. Sin embargo, la mayor amenaza de estos asentamientos viene con la tenencia irresponsable de animales domésticos como perros y gatos que asustan, depredan y potencialmente pueden transmitir enfermedades a los individuos de pava caucana y otras especies de la Reserva”.



Acciones

“Esta pava es un ícono de conservación en el Valle. La CVC realiza actividades de educación, propende por preservar y recuperar áreas de hábitat de la especie mediante adquisición de predios y restauración, se articula con otras corporaciones a través del Sirap Eje Cafetero para la conservación de la especie en todo el rango de su distribución”, explica.

Indica la bióloga de la CVC que “no hay estimativos de tamaño poblacional. Hace algunos años se estimaron en 1.500 individuos (Birdlife International 2016). Los estudios poblacionales establecen que la densidad es de 8,6 a 88 individuos por km según la localidad y tipo de vegetación. En el bosque de Yotoco hace unos 10 años se estimó entre 39 y 101 individuos; hoy este valor se ha triplicado, según los datos obtenidos recientemente”.

Señala que para que la comunidad ayude a protegerla, “lo primero es que hay que conocerla, por esta razón nos enfocamos en el trabajo de educación con las comunidades en donde se encuentra la especie. En los estudios de investigación de esta y de otras especies se involucra a la comunidad en el trabajo de campo y en el conocimiento de las metodologías para la toma de datos de las especies. Sumado a esto, la comunidad participa activamente durante los procesos que se llevan a cabo para la declaratoria de áreas protegidas. Adicionalmente se vienen realizando iniciativas de turismo de naturaleza, entre las que se encuentra el aviturismo, resaltando la presencia de especies de gran interés como esta”.

Dice que entre las acciones para que la población de la pava caucana siga aumentando se debe “continuar con la restauración de hábitats y conectar núcleos de bosque donde se encuentra la especie”.

“Los monitoreos son herramienta para toma de decisiones. Son importantes para identificar si las especies están aumentando o disminuyendo, de modo que se pueden identificar las acciones de manejo en procura de beneficiar sus poblaciones”, manifiesta.

Acerca de qué tanto han sido afectados los bosques donde habita la pava, Luz Stella asevera que “bastante. Como mencioné anteriormente, los bosques en donde habita han sido alterados y degradados por la tala y la quema, lo que ocasiona pérdida de continuidad en la vegetación, provocando su fragmentación y el aislamiento de las poblaciones”.