DESPUÉS DE dos años de estar fuera de escena, los sentimientos reprimidos de los amantes de la moda no podían contenerse más. Desde el primer día, la euforia y la excitación provocadas por el aislamiento, estaban a todo pulso y el recinto del Bogotá Fashion Week latía con fuerza a punto de estallar con tantas emociones encontradas.
El distanciamiento para la moda había quedado atrás. Tanto las modelos como el público, no caminaban sino levitaban en los pasillos, dispuestos a atrapar todas las miradas de decenas de ojos que se reencontraban entusiasmados.
Había pasado mucho tiempo sin un evento de tal magnitud alrededor de la industria en Colombia, como para que la sofisticación y la excentricidad no estuvieran a flor de piel. “La moda ha vuelto” -escuché decir a uno de los asistentes, mientras buscaba con afán su trono para sentarse antes de una de las ceremonias…- “Más fuerte que nunca”, replicó otro. Parecía que nadie quería quedarse atrás. Ya fuera literal o creativamente, todo el mundo: diseñadores, periodistas e invitados en general, querían dar “el todo por el todo”.
A los editores de moda nos tomó tiempo procesarlo, no porque estuviéramos escépticos a recibir esta vibrante energía, sino porque habíamos perdido el ritmo de esta danza frenética que traen las pasarelas. “Estamos oxidados”, decía una colega de otro medio, mientras capturaba los momentos más grandiosos de uno de los desfiles. Pero aún así, la magia del evento, nos fue seduciendo con esa emoción tan especial que no puede replicarse jamás de manera virtual. Y una vez adentro, el espectáculo comenzó.
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El retorno a los desfiles físicos, alimentado por el ansia voraz de una industria desesperada por volver a la realidad, desembocó en un despliegue de creatividad abanderada por el regreso del glamour en siluetas que resaltan curvas, costuras impecables y una estética inconfudiblemente latinonamericana. El diario EL NUEVO SIGLO eligió los íconos de Prêt-à-Couture de la Semana de la Moda en Bogotá:
- El sueño “haute couture”
Leal Daccarett abrió el telón con una pieza impactante que reinterpretó el traje típico de baile colombiano y las faldas con volúmen de Las Meninas de Velázquez. Una silueta poderosa en tafetán de seda y rojo vibrante; pura Costura latina.
Leal Daccarett, El Contento 2022. Fotos: Cortesía Cámara de Comercio de Bogotá.
- Un toque de rosa
Romántico y liviano, el vestido de Carolina Estefan hecho en tul rosa “es una opción muy chic para invitadas o damas de honor”, contó la diseñadora, augurando una temporada marcada por el romance y la elegancia cómoda.
Carolina Estefan, Paloemango.
- El nuevo vocabulario del glamour
Lina Cantillo ofreció una visión arriesgada de la moda masculina en un desfile símbolo del lujo relejado, con prendas deportivas e impecable sastrería. Muestra de esto fue un look con blazer de fiesta en el que un hoody reemplazó a la camisa. Una sinfonía de modernidad en la que ambos coexisten.
Colección Raíces.
- La novia galáctica
El arte satorial de Camilo Franco mostró a una mujer futurista, poderosa y precisa que se mueve con libertad y desafía de manera elegante el cuerpo femenino. “Nuestro vestido de novia, pieza couture en la colección, reinterpeta a una cosmic bride de manera experimental y vanguardista”, dijo el creativo.
Colección Cosmic Dancer.
- Esencia latina
Diseñadores como Andrés Otálora han hecho que hoy, un diseño con ADN latinoamericano pueda reconocerse a metros de distancia, por su estética influenciada por la naturaleza salvaje del continente. El protagonista de su desfile fue un vestido corto de impacto en color rojo con un lazo al frente, de grandes dimensiones. “Es una pieza bien construida en tafeta y gazar de seda que busca resaltar y a la vez verse muy femenina”, expresó Otálora.
Andrés Otálora, Pre fall 2022.
- Silueta glamurosa
El universo de la noche fue encantado por sirenas que reverenciaron las curvas femeninas, entre la sensualidad y el recato. En un derroche de glamour y alegría, destacamos un vestido verde con plisados, holanes y silueta fluida. “Es el contraste hecho diseño para un equilibrio perfecto”, declaró Carlo Carrizosa.
Valentina de Carlo Carrizosa.
* CEO & Founder CJ Luxury Consulting