Covid quitó al mundo 337 millones de años de vida en dos años | El Nuevo Siglo
Archivo AFP
Viernes, 19 de Mayo de 2023
Redacción internacional

LOS dos primeros años de la pandemia de covid-19 costaron al mundo cerca de 337 millones de años de vida, al provocar la muerte prematura de millones de personas, reseñó la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El dato está consignado en el Informe de Estadísticas Sanitarias Mundiales, 2023, que es un chequeo al estado de la salud global en los años inmediatamente anteriores y en el que además de develar los estragos de la pandemia muestra un estancamiento en distintos indicadores claves (en contraste con lo ocurrido entre 2015 y 2020), convirtiéndose en talanquera para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Los años de vida perdidos es una estadística utilizada para estimar los años que una persona deja de vivir si fallece a una edad que no es la habitual de defunción fijada teóricamente para ese colectivo. Por ejemplo, si un hombre fallece a los 30 años un país donde la esperanza de vida media para los varones es de 80 años, se podría decir que perdió medio siglo de vida.

La subdirectora general de la División de Datos, Análisis e Impacto de la OMS, Samira Asma, calificó esta cifra de "asombrosa". "El mundo ha perdido la asombrosa cifra de 336,8 millones de años de vida en sólo dos años. Es decir, una media de 22 años de vida perdidos por cada muerte de más, equivalente a más de 5 años cada segundo, y truncó abruptamente la vida de millones de personas”, explicó.

Desde entonces, el número de muertos por covid ha seguido subiendo, aunque a un ritmo más lento. La OMS decidió por ello levantar recientemente su nivel máximo de alerta sanitaria, aunque advirtió de que la enfermedad no ha desaparecido después de más de tres años de pandemia.

El balance oficial de fallecimientos atribuidos a la enfermedad es actualmente de 6,9 millones de personas, pero numerosos países no facilitaron datos fiables a esta Organización, que estima que la pandemia causó en realidad casi el triple de víctimas en estos tres años, es decir, al menos 20 millones de fallecimientos, incluyendo los relacionados directamente por el coronavirus y los debidos al impacto de la pandemia en los sistemas sanitarios.

En el desglose etario, la OMS indica que el menor impacto en la estimación de años de vida perdida (AVP) fue en el de los jóvenes menores de 25 años mientras que, al contrario, los índices mayores se registraron, como era de esperarse por su edad y comorbilidades, en el grupo 55 a 64 años (un 27% de AVP) y de 65 en adelante (43%).


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El jefe de la Unidad de Seguimiento, Previsión y Desigualdades de la OMS, Haidong Wang, ha lamentado que "actualmente el mundo está lejos de alcanzar el objetivo de cobertura sanitaria universal", en parte por la pandemia de covid-19.

"Los trastornos causados por la pandemia han tenido un impacto sustancial en diversos indicadores. Y aunque algunos muestran signos de recuperación, muchos siguen rezagados", manifestó.

Para el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, “este informe manda un contundente mensaje sobre la amenaza que suponen las enfermedades no transmisibles, cuyas consecuencias devastadoras para la vida, los medios de subsistencia, los sistemas de salud, las comunidades, las economías y las sociedades son cada vez mayores” e hizo un llamado para que “aumenten  sustancialmente las inversiones en salud y sus sistemas para volver a la senda que permita alcanzar los ODS, establecidos para 2030”.

"El mensaje es claro. A menos que aceleremos el ritmo, corremos el riesgo de perder innumerables vidas que podrían haberse salvado, así como de no mejorar la calidad de vida de todos", agregó por su parte Wang.

 

Se avanza, pero…

El funcionario reconoció que se ha "avanzado mucho en la mejora de la salud de la población mundial", pero ha puntualizado que "siguen existiendo retos".

Por ejemplo, recordó que el mundo "ha avanzado enormemente en la mejora de la salud infantil y materna en las dos últimas décadas". Concretamente, el número de muertes en menores de cinco años ha disminuido de 10 millones en 2000 a cinco millones en 2021, lo que supone una reducción del 50 por ciento en sólo dos décadas.

"Es un logro enorme si se tiene en cuenta el aumento de las cifras anuales de nacimientos en el mundo durante el mismo periodo de tiempo", apuntó Haidong Wang.

En cualquier caso, el experto de la OMS insistió que "aún queda mucho por hacer". "Si los países que van por mal camino pudieran retomar la senda para alcanzar las metas de los ODS en materia de mejora de la salud infantil para 2030, podrían evitarse casi 10 millones de muertes de niños menores de cinco años", ha ejemplificado.

En cuanto a la mortalidad materna, el informe muestra que alrededor de 287.000 mujeres mueren anualmente por causas evitables relacionadas con el embarazo y el parto. Eso supone unas 800 mujeres al día.

Para alcanzar la meta de los ODS de 70 por cada 100.000 mujeres, Haidong Wang ha sostenido que se necesita "reducir la tasa de mortalidad materna mundial en un 11,6 por ciento anual, una hazaña que no se ha observado empíricamente en las últimas dos décadas en ningún país".

El informe también recoge otros datos preocupantes, como, por ejemplo, que están aumentando los gastos sanitarios para acceder a servicios esenciales o que la cobertura de vacunación contra la DPT (difteria, tos ferina y tétanos) cayó casi un 6 por ciento durante la pandemia, lo que significa que unos 25 millones de niños carecen de al menos una dosis de la vacuna. La cobertura del tratamiento de la tuberculosis también cayó del 69 por ciento en 2019 al 61 por ciento en 2021.

Desde el año 2000 también ha disminuido la incidencia de enfermedades infecciosas como el VIH, la tuberculosis y el paludismo, y se redujo el riesgo de muertes prematuras por enfermedades no transmisibles y traumatismos. Todo ello contribuyó a que aumentara la esperanza de vida mundial, que pasó de 67 años en 2000 a 73 años en 2019.

 

Enfermedades no transmisibles

En cuanto a las enfermedades no transmisibles (ENT), como la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer, representan actualmente casi tres cuartas partes de la carga mundial anual de fallecimientos.

El jefe de la Unidad de Seguimiento, Previsión y Desigualdades de la OMS ha alertado de que, si persiste la tendencia actual, "a mediados de este siglo se espera que el número total de muertes anuales en todo el mundo ascienda a casi 19 millones, con aproximadamente 77 millones atribuibles a las ENT".

"Esto implica la duplicación de las muertes por ENT en sólo tres décadas, de 2019 a 2048. Las perspectivas futuras de los principales factores de riesgo asociados a las ENT son preocupantes", ha insistido al respecto.

Como factores de riesgo, ha detallado que la prevalencia del consumo de tabaco "sigue siendo alta", del 22,3 por ciento a nivel mundial, mientras que la tasa anual de reducción "ha mostrado una tendencia a la baja en las últimas décadas".

Igualmente, la prevalencia de la obesidad en la edad adulta "está aumentando en todas las regiones de la OMS desde 1970, sin signos inmediatos de reversión", mientras la prevalencia de la hipertensión "ha ido en aumento en todo el mundo desde 1990". "Alcanzó su punto más alto alrededor de 2009, pero en 2019, la prevalencia de la hipertensión todavía se mantuvo en el 33 por ciento a nivel mundial", precisó.

Además, el mayor acceso a servicios de salud esenciales se ha ralentizado en comparación con los avances realizados antes de 2015, y a eso hay que sumar que no se observan progresos significativos en la reducción de las dificultades financieras debidas a los costos de la atención médica. “Todo esto limita drásticamente nuestra capacidad para alcanzar la cobertura sanitaria universal para 2030”, coincidieron en resaltar los funcionarios de la OMS.

“La pandemia de covid-19 es un recordatorio importante de que el progreso no es lineal ni está garantizado” enfatizó la subdirectora Asma, quien insto a actuar colectivamente con decisión para lograr un impacto mensurable en todos los indicadores antes mencionados.

El informe de este año incluye por primera vez una sección específica sobre cambio climático y salud, y creemos que cobrará mayor relevancia en el informe de cara al futuro. Tanto para esta cuestión como en lo que atañe al resto de esferas, disponer de datos oportunos, fiables y desglosados es clave para hacer un seguimiento de los avances y mejorar las políticas de salud nacionales y mundiales.