Falta empatía | El Nuevo Siglo
Lunes, 16 de Mayo de 2022

Definitivamente no hay mejor manera de ver nuestra realidad que cuando estamos en época electoral porque en ésta vemos cómo se saca lo peor de nuestra sociedad y de cada uno de sus integrantes, cómo las ideas y las propuestas toman un segundo plano porque pasan al primero, los ataques personales, los insultos por defender a mi candidato y mentiras que se dicen de lado y lado para desprestigiar al otro como forma de ganar votos.

Estoy seguro que la falta de empatía y solidaridad son uno de los síntomas de esta enfermedad que corroe esta sociedad y la hace invivible. Qué fácil es desarrollar empatía cuando todo va bien y cuando lo que necesitamos es dar una palmadita en el hombro y reconocer los logros, pero qué difícil cuando estamos en un escenario complejo, desesperanzador o de incertidumbre. En estos casos es cuando emerge nuestro egoísmo y nuestro impulso de querer salvarnos sin pensar en los demás, esto habitualmente se llama apatía en donde lo que pasa a mi alrededor me es indiferente y no hay ningún impulso que me lleve a desarrollar una conexión con nada ni con nadie.

En esta época también pasamos rápidamente a la simpatía, que es querer caerle bien a los demás mostrando nuestra mejor cara y ocultando nuestros defectos, tal vez esto suene familiar cuando vemos la actitud de los candidatos que quieren mostrarse no como la mejor opción sino como una escultura a la perfección, no hay ideas o propuestas, sino la intención de parecerse a todos;  los ricos, los pobres y los del medio, falsamente hacerse los más cercanos, pero no se dan cuenta de algo muy importante y es que nadie les cree. Esto solo hace parte de lo que hay que hacer para ganar y guardar las apariencias.

Pero hay una situación que ahora prevalece y que me hace aterrar aún más porque surge de quienes ven la realidad de esta país blanca o negra y que esto los lleva a fomentar no solamente el miedo sino también la rabia y el odio. ¿Cómo llegamos a este punto? La verdad no lo sé, creo que de la misma manera en que para hacer campaña se requiere de guardar las apariencias. No nos basta con mostrarnos como no somos, sino que ahora queremos despertar pasiones, pero entre más negativas peor, esto es lo que está de moda.

Por esta razón, en los últimos días vimos una entrevista a un candidato donde lo confrontaron con un episodio doloroso de su vida, relacionada con el asesinato de su hija y luego le preguntan que si está dispuesto a sentarse a conversar de paz con quienes la mataron. Esto realmente refleja no solo lo que acabo de mencionar sino la falta de empatía que fue evidente, la intención era a toda costa despertar odio y malestar, nunca fue buscar genuino perdón y reconciliación.

La empatía es conectarnos con el otro y entender su realidad. De ella siempre surgen emociones y acciones positivas como el amor compasivo, la escucha atenta y la bondad. Por lo anterior, hago un llamado urgente a desarrollar la empatía y que paremos con tanta apatía y simpatía que solo nos llevan a odiarnos los unos a los otros.