Proporcionalidad ante nuevos partidos | El Nuevo Siglo
Viernes, 24 de Febrero de 2023

Una avalancha de solicitudes de nuevos partidos políticos recae en el Consejo Nacional Electoral, después de revivir la personería jurídica a Salvación Nacional, El Nuevo Liberalismo, Verde Oxígeno y el Partido Comunista, con anterioridad a las pasadas elecciones presidenciales y parlamentarias.

Esta compuerta viene del Acuerdo de Paz con las Farc del Teatro Colón.  En estos casos, se reconoce con una razón de fuerza, suficientemente fundamentada, como es el silenciamiento de sus cabezas, como víctimas del conflicto, caso Álvaro Gómez Hurtado, Luis Carlos Galán Sarmiento e Ingrid Betancourt Pulecio, quienes “por culpa de la violencia que hubo en Colombia, dejaron de ser visibles”.

Otras compuertas han estimulado esta onda pluralista, mencionada en algunos medios como partiditis o boom de partidos. La inquietud está en la ausencia de equilibrio que pueden generar entre los objetivos de dar igualdad de oportunidades -democracia participativa, sociedad pluralista- y la necesidad apremiante de contar con partidos que representen un ideario claro para el elector.

La segunda alternativa, que no tiene que ver con la reivindicación histórica víctima de la violencia, la dio el Estatuto de la Oposición al otorgar a la segunda votación en las elecciones a la presidencia, junto con su fórmula vicepresidencial, la posibilidad de ocupar una curul en el Senado y la Cámara de Representantes, que en efecto presupone la capacidad electoral para conformar un partido político. Es el caso actual de Rodolfo Hernández, como lo fue en el 2018 la votación a nombre de Gustavo Petro, entonces candidato a la presidencia.    

Una tercera puerta la abre la reforma política de 2011 que permite la escisión de un partido, es decir poder separarse de este y abrir una nueva colectividad. Esta posibilidad la inauguró Dignidad de Jorge Robledo al apartarse del Polo Democrático. Esta opción faculta entonces al Consejo Nacional Electoral recientemente para dar vida a las personerías jurídicas de: Fuerza Ciudadana, En Marcha y la Fuerza de la Paz, que lideran los políticos Carlos Caicedo, Juan Fernando Cristo y Roy Barreras, todos afines con el gobierno de izquierda del presidente Gustavo Petro.

Están en la mira solicitudes que podrían llegar a completar cerca de ¡treinta y cuatro partidos! para las próximas elecciones. Aunque tener la capacidad de pasar cierto umbral seguirá jugando como regla para conservar la personería jurídica -con excepción para algunos hasta el 2026- se puede decir que se ha esfumado, en otros andares, la motivación de reivindicar a fuerzas que perdieron sus líderes por actos violentos.

Esto hace pensar si más bien se trata de partidos que apoyarán cierto individualismo (un protagonista temporal o caudillo), en contradicción con el pilar democrático de buscar la vinculación a un partido político por una identidad específica, esencialmente ideológica, es decir por sus programas y principios. Ello sin mencionar la confusión que van a tener los electores. Peor aún es si la motivación está en una especie de operación avispa como estrategia para ampliar el espectro en las elecciones regionales que se avecinan. La democracia bien merece cierta proporcionalidad.   

*Presidente Corporación Pensamiento Siglo XXI

atisbosmariaelisa@gmail.com