Más allá de la estética, un lugar acogedor es aquel en el que con tan solo entrar dan ganas de quedarse. El hogar debe ser un espacio perfecto para encontrar la paz y tranquilidad.

El interiorismo es una de las claves para lograr esta sensación: los muebles, los colores, los materiales, el piso, las lámparas y la iluminación influyen para crear esa atmósfera de paz.

Sin embargo, cada vez más los espacios de los nuevos hogares son más pequeños y lidiar con la cantidad de objetos que se utiliza en el día a día puede ser tedioso; por eso es esencial una buena organización y un adecuado diseño de interiores para aprovechar al máximo cada espacio.

De acuerdo con un estudio de la firma consultora Softec, la superficie de las viviendas y apartamentos en las ciudades más grandes es cada vez más pequeña y se ha reducido hasta en un 50% en la última década.

Con esta nueva modalidad de viviendas más pequeñas, nació la tendencia “Tiny Houses” para cambiar la forma en que se tiene pensado el hogar. Según el portal My Tiny Way las “Tiny Houses” son unidades de vivienda primarias y completas a pequeña escala, que tienen hasta 50 m2, idealmente (parcialmente) autosuficiente, de alta calidad y funcionando como una vivienda habitada a tiempo completo. Pero con este límite de los espacios ¿cómo es posible organizarlos de manera adecuada? Para responder esta pregunta, Esther Rico, profesora del Máster de Diseño de Interiores de la Escuela Superior de Diseño de Barcelona Esdesign, dio una lista de consejos.

De acuerdo con Esther, “es importante saber con cuántos metros disponemos, especialmente en altura, porque podemos optimizar la capacidad de almacenaje dependiendo del espacio disponible y la forma en que los espacios se usarán a lo largo del día”.

Elementos como la luz, mobiliario multifuncional-apilable y la organización ayudarán a optimizar mejor el espacio. Para la organización, es muy importante tener en cuenta cómo se van a usar los elementos del hogar en el transcurso del día, porque de esta manera se logra organizar los objetos de acuerdo con su función, especialmente cuando viven varias personas en el mismo espacio.

Luz y color

La luz y el color pueden ayudar a cambiar la percepción del espacio. Por ejemplo, el uso de colores claros ayudan a reflejar la luz, lo cual ayudará a tener más sensación de amplitud; también se podría aplicar un color oscuro al techo, para ayudar a tener la sensación de que se “aleja”.

Teniendo en cuenta la parte más ancha o estrecha del lugar, ayudará a la sensación de amplitud si se coloca el mobiliario en relación con estas proporciones; especialmente si se instala por debajo de los ojos ayudará a que se perciba el espacio más amplio. “Finalmente el orden es primordial”, asegura Esther.

Sin duda, las paredes de tonos claros ayudan a crear un ambiente más acogedor, al igual que los colores pasteles como naranjas y amarillos.

Otra opción muy recomendada es acudir a la madera. Este material en tonos claros o medios es uno de los más usados para crear ambientes reconfortantes con un toque rústico, además de ser muy resistente. Los pisos de madera generan calidez, y los muebles como mesas y repisas ayudan a crear un ambiente acogedor.

Lo más importante, independientemente del tamaño con el que se cuente, es que los espacios brinden calma, tranquilidad y confort. Por esto es primordial priorizar la organización adecuada de los mismos. Se puede acudir al estilo “decluttering”, que consiste en deshacerse de cosas inútiles o que ya no se usan, y esto, aplicado no solo a los objetos que llenan los hogares, sino a los pensamientos y emociones, proporciona inmensa paz física y mental.