Sorprendió a las autoridades la frialdad con la que habría actuado el norteamericano John Poulos para deshacerse del cuerpo de Valentina Trespalacios, metido en una maleta que luego apareció en un contenedor de basura lejos del apartamento en donde vivían juntos en Bogotá. Para la Fiscalía, es el principal sospechoso del crimen.

Este hecho impactó a Colombia, a pesar de que los crímenes son pan de cada día, especialmente por la forma como Poulos se habría librado del cuerpo metiéndolo en una maleta y luego salir presuroso al aeropuerto El Dorado para escapar. 

Sin embargo, el presunto asesino no contaba con la rápida reacción de la Policía, que logró propiciar su captura en Panamá, y con la ayuda de su par de ese país, fue expulsado a Colombia. 

Poulos ahora tiene que responder ante la justicia colombiana por este crimen. Las pruebas en su contra en poder de las autoridades son contundentes: videos, chats, la maleta en donde metió el cadáver, que es la misma con la que hace algún tiempo llegó al país, entre otras. 

El sujeto, de ser hallado culpable, se enfrenta a una pena que podría llegar a los 50 años de prisión, porque la Fiscalía lo acusa de feminicidio agravado, un delito que no tiene rebaja, y ocultamiento, alteración o destrucción de los elementos materiales probatorios. 

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Cómo lo conoció  

Valentina a sus 23 años vivía en cuerpo y alma para su pasión y trabajo de DJ. Era contratada en discotecas y eventos en diferentes ciudades del país, incluso fue llamada de varias naciones de la región, como Chile, México y Brasil. 

También era muy activa en redes sociales, como Instagram, con 15 mil seguidores, en donde con su fácil sonrisa ponía fotos y videos de sus presentaciones. 

Era una chica feliz –según su progenitora, Laura Hidalgo–, a la que solo le faltaba el verdadero amor, que ella con ilusión creyó haber encontrado en Poulos. 

Hidalgo señaló que su hija se conoció con el estadounidense por la red de citas Tinder en marzo de 2022. Luego el ‘gringo’ viajó a Colombia para verse personalmente. Y así Poulos fue y vino por cortas temporadas a Bogotá. 

En noviembre del año pasado, Valentina y John se comprometieron. Sin embargo, la relación no era fácil porque, según dijo una amiga de ella, el norteamericano es celoso, al punto que habría contratado un investigador privado para que le dijera todo lo que hacía. 

El pasado 19 de enero, Poulos regresó a Colombia, supuestamente para cumplirle a Valentina la promesa de vivir juntos e invertir en unos negocios, pero tres días después la colombiana fue asesinada en el apartamento al que apenas se había mudado con el extranjero.  

Poulos, originario de Texas y de 33 años, estuvo casado, relación que le dejó tres hijos. Uno de los pequeños superó un cáncer. 

Cronología del crimen 

Valentina trabajó en el que fue el último evento de su vida el pasado domingo en la discoteca Nexus, al sur de la capital de la República. 

Poulos estuvo allí con su compañera sentimental, quien le presentó algunos amigos. Incluso, el extranjero se subió a la tarima y se veía animado. 

De ese lugar la pareja salió para otro sitio nocturno. Hasta aquí todo parecía una situación normal de enamorados que disfrutaban de la noche capitalina. 

Sin embargo en este punto de lo que ocurrió esa fatídica noche para la joven, las autoridades tienen una primera prueba de que las cosas andaban mal para Valentina. 

El conductor de un taxi que tomaron para que los llevara a casa asegura que la DJ le mostró un mensaje pidiendo auxilio. 

De lo que ocurrió en el apartamento del edificio en el norte de Bogotá, solo se sabe por el examen forense que practicó Medicina Legal. 

Valentina habría sido golpeada por Poulos, pues el cadáver mostraba congestión y edema facial y múltiples traumas en los brazos y la región sacra. Aunque la causa de su muerte fue asfixia mecánica por estrangulamiento. 

Se desconoce si Trespalacios sufrió el ataque en medio de una discusión, aunque algunos indicios de las marcas en su cuello dan a entender que el asesino la tomó por sorpresa cuando dormía. 

No obstante, Poulos tiene arañazos que indicarían que la joven, incluso si estaba dormida, alcanzó a reaccionar y trató de defenderse en un inútil esfuerzo por salvar su vida, porque es un hombre corpulento. 

Luego del crimen, supuestamente Poulos lo primero que habría hecho fue buscar cómo sacar el cuerpo del apartamento. Para ello se valió de una maleta de color azul, la misma que trajo a Colombia. 

Metió el cuerpo con dificultad, a pesar de que la maleta es grande, pero la cabeza no cupo. 

Luego, salió del apartamento a las 9:50 de la noche del pasado domingo. Las cámaras de seguridad del piso 8  lo captan ataviado con cachucha y gafas oscuras. Vuelve utilizando el ascensor, empujando un carrito de los que hay en los supermercados. 

Diez minutos después las cámaras muestran al extranjero salir del apartamento empujando el carrito del mercado con la maleta, en donde según la Fiscalía llevaba el cuerpo de la DJ, dirigiéndose al ascensor. 

La maleta tenía encima una cobija, que la habría puesto el estadounidense para evitar que alguien viera la cabeza que sobresalía. 

En otra de las grabaciones en poder de la Fiscalía, de una cámara en el parqueadero del edificio, se ve a Poulos aproximarse con el carrito a un vehículo que había rentado y que ya tenía abierta la puerta del baúl.

Hace una pausa para darse un respiro y beber un poco de agua. Luego, de un jalón mete la maleta en el baúl y con una pasmosa tranquilidad se sube y se marcha. 

El vehículo gris se dirigió a la localidad de Fontibón, a más de 10 kilómetros de la escena del crimen. El cuerpo apareció en un contenedor de basura. Se presume que Poulos fue hasta allí y lo dejó. 

El extranjero posteriormente se dirigió al aeropuerto El Dorado. Entretanto, por causas del destino, un reciclador buscando en la basura se topó con el cuerpo y reportó a las autoridades lo que había visto.

Horas después, tras lograrse la identificación de Valentina y por lo dicho por su familia  sobre su relación con el norteamericano, así como que el día del crimen estaba con el sujeto, como se ve en un video que ella le envió a la mamá, las miradas de las autoridades se dirigieron a este como el principal sospechoso.   

¿Fue planeado? 

Poulos partió hacia Panamá, no sin antes botar en un cesto de basura del aeropuerto de Bogotá el celular de Valentina.  

Las autoridades informaron que desde allí pretendía volar a Estambul, en Turquía, pero que su destino final era Montenegro, país que no tiene tratado de extradición con Colombia. 

Sin embargo, Migración de Panamá considera que el hecho de que tuviera comprados tiquetes a Turquía y Montenegro sugiere que tal vez quería despistar a dónde viajaba. 

Detalles como este, así como que moviera el cuerpo hasta la localidad de Fontibón, cerca del aeropuerto, hacen pensar a la Fiscalía que el norteamericano planeó el crimen y no fue un hecho motivado en una discusión por un arranque de celos.