No convertirse en “refugio de delincuentes” pidió el presidente boliviano, Evo Morales, a Estados Unidos al rechazar la decisión de ese gobierno de no extraditar al ex mandatario andino, Gonzalo Sánchez de Lozada.
"(Hemos recibido) el jueves una nota del gobierno de los Estados Unidos negando la extradición de quienes hicieron mucho daño a Bolivia, de quienes políticamente decidieron el mal uso de las Fuerzas Armadas", dijo el mandatario en un acto militar en la localidad de Sanandita.
Una fuente oficial estadounidense bajo anonimato confirmó a la AFP que la extradición fue denegada, sin poder entrar en más detalles.
La negativa de Estados Unidos, no confirmada aún por su legación en La Paz, abrió un coro de críticas en el país.
Uno de los líderes de la rebelión popular que en 2003 provocó la caída de Sanchez de Lozada, Roberto de la Cruz, cercano al oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), criticó duramente al gobierno por la decisión de Washington.
"El gobierno tiene que explicar por qué, durante más de seis años, nunca fue su prioridad extraditar a Gonzalo Sánchez de Lozada. Si el gobierno tiene dignidad tiene que expulsar a los diplomáticos de Estados Unidos para mostrar la indignación de Bolivia al mundo entero", planteó De la Cruz.
"No nos sorprende (la decisión) porque los Estados Unidos nos ha dado miles de ejemplos de una doble moral: por una parte nos dice que es paladín de la democracia y por otra no le importa los derechos humanos", dijo a periodistas el abogado Rogelio Mayta, principal promotor del juicio a Sánchez de Lozada.
Morales explicitó en un discurso que Estados Unidos basó su negativa a la extradición alegando que "la sociedad civil no puede ser responsable de las acciones militares".
"Rechazo rotundamente, no comparto ese término y con ese pretexto tratan que Estados Unidos se convierta en refugio de delincuentes, que Estados Unidos sea el paraíso de la impunidad", reaccionó Morales visiblemente enfadado.