Argentina considera "ilegal" el referéndum para que los habitantes de las Islas Malvinas decidan si quieren seguir como territorio de ultramar de Gran Bretaña, cuya soberanía reclama el país sudamericano, el único tema de unidad nacional de su agitada agenda política.
El referéndum del 10 y 11 de marzo en las Malvinas "desde el punto de vista internacional es un acto intrascendente y carece de validez en los organismos internacionales, porque se trata de un caso típico de población implantada", dijo a la AFP el politólogo y sociólogo Atilio Borón, investigador mayor del estatal Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
El canciller argentino Héctor Timerman reiteró días atrás que la consulta a unos 2.500 habitantes de las Malvinas "es ilegal" porque según las Naciones Unidas, dijo, "es una nación implantada desde 1833, cuando Londres invadió y expulsó a los habitantes argentinos de las islas" del Atlántico sur.
Borón consideró que la consulta tiene "sólo un efecto interno porque el gobierno de David Cameron no pasa por un momento muy radiante" y añadió que "esta puesta en escena le puede servir a Londres para mostrar que tiene legitimidad, pero no resiste el menor análisis".
"Es una estrategia de Gran Bretaña para seguir postergando y negando el diálogo con Argentina por la soberanía en las islas, y no tiene ningún valor jurídico para las Naciones Unidas", señaló a su vez a la AFP Mario Volpi, presidente de la Asociación de Ex Combatientes de Malvinas de la ciudad de La Plata (62 km al sur de Buenos Aires).
Gran Bretaña convocó al referéndum en el archipiélago austral en momentos que el gobierno de Cristina Kirchner lleva adelante una vasta ofensiva internacional para que Londres acepte entablar negociaciones diplomáticas por la disputa de soberanía en Malvinas, escenario de una guerra de 74 días en 1982 que dejó 649 argentinos y 255 británicos muertos.
Londres considera que los malvinenses tienen que ser parte involucrada en un eventual diálogo, pero Buenos Aires rechaza esa postura y solo acepta que cualquier negociación sobre Malvinas sea a nivel bilateral.
La presidenta Kirchner ha cosechado fuerte apoyo en el ámbito internacional por la reivindicación de soberanía en las Malvinas y a nivel interno es el único tema que tiene consenso generalizado en medio de un clima de constante confrontación política.
Una encuesta realizada por la consultora Ibarómetro con motivo del 30 aniversario de la guerra, en 2012, indicó que el 89% de los 1.800 argentinos consultados a nivel nacional dice que son legítimos los reclamos de soberanía de Buenos Aires, mientras que el 86% le atribuye una gran importancia al tema Malvinas.
En tanto, el 83% apoya la apertura de un diálogo con Londres por la disputa de soberanía, en contraste con apenas un 17% que respalda una salida militar para recuperar las islas, como ocurrió en 1982 cuando Argentina era gobernada por una dictadura castrense.
"Hay un consenso muy grande alrededor del tema de Malvinas, aunque últimamente un grupo de intelectuales y políticos pone en entredicho la postura argentina, sin mayor impacto social", señaló Borón quien dijo que "hay un clima de polarización social y para oponerse al gobierno también se usa el tema Malvinas".
Volpi, quien participó en la guerra como soldado del servicio militar obligatorio, dijo que "a nivel nacional es el tema que une en general a la izquierda y a la derecha" y sostuvo que "es una causa de unión aunque últimamente con algunas fisuras".