Que sus progenitores no le dejaron “nada” del dinero que ganó su carrera deportiva denunció  la ex tenista Arantxa Sánchez Vicario y actual capitana de la selección española de tenis.

"Me han dejado sin nada, estoy endeudada con Hacienda y mis propiedades son muy inferiores a las que tiene por ejemplo mi hermano Javier, que a lo largo de su carrera ha ganado mucho menos que yo", dijo Sánchez Vicario en el libro "¡Vamos! Memorias de una lucha, una vida y una mujer" .
"¿Puedo aceptar este abuso y quedarme callada? No voy a hacerlo", añade.
Sánchez Vicario, que durante su carrera ganó cuatro torneos de Grand Slam (tres Roland Garros y un Abierto de Estados Unidos) calcula en su libro que sus victorias tendrían que haberle dado unos 12 millones de euros, a los que habría que añadir contratos de patrocinio que le darían en total 45 millones de euros.
Sin embargo la ex tenista dice estar arruinada y acusa a las personas que administraban su carrera de ser las causantes de la multa de 3,5 millones de euros que le impusieron por pagar impuestos en Andorra cuando vivía en España.
"Lo pasé fatal con el problema de Hacienda por haber ubicado mi residencia fiscal en Andorra. Fue muy duro para mí, pero una vez más eran decisiones derivadas de las personas que administraban mi carrera y en las que poco o nada se contaba conmigo", asegura.
El martes, la madre de Sánchez Vicario, Marisa Sánchez, reaccionó en un comunicado a a las revelaciones de su hija y negó haberse aprovechado de sus ganancias.
"Lo leeremos (el libro) con atención. Entonces será el momento de que yo en nombre, también, de Emilio (su padre) o nuestros abogados, demos cumplida contestación a las falsas acusaciones que se nos hacen. Y quedará, desde luego, muy claro que nunca nosotros nos hemos aprovechado de Arantxa y que, por supuesto, no está arruinada", dijo la madre.