Las directrices mundiales para una más justa y equitativa tenencia de la tierra fueron aprobadas por el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, en representación de más de un centenar de Gobiernos, así como de organizaciones de la sociedad civil y del sector privado.
"Las aprobaron por aclamación. Hubo unanimidad. Todo el mundo se levantó y aplaudió", explicó George Kourous, portavoz de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), agencia especializada con sede en Roma que impulsó y coordinó las reuniones.
Se trata de un conjunto de directrices mundiales de gran alcance destinado a ayudar a los Gobiernos a salvaguardar los derechos de las personas a la propiedad o acceso a la tierra, los bosques y la pesca.
Tales directrices son el fruto de tres años de negociaciones realizadas inicialmente a través de una consulta global y de largo alcance que involucró a Gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y sin ánimo de lucro, asociaciones de campesinos y por primera vez al sector privado.
"Se trata de un avance histórico que los países han acordado en estas primeras directrices mundiales sobre la tenencia de la tierra. Ahora tenemos una visión compartida. Es un punto de partida que ayudará a mejorar la situación, a menudo desesperada, de las víctimas del hambre y la pobreza", reconoció el nuevo director General de la FAO, el brasileño José Graziano da Silva, quien dirige la entidad desde enero.
"Es sin duda un marco. Tiene que ser un punto de partida y no de llegada. Lo necesitábamos y ahora lo tenemos", explicó.
"Dar a las personas pobres y vulnerables derechos seguros y equitativos de acceso a la tierra y a otros recursos naturales es una condición clave en la lucha contra el hambre y la pobreza", comentó.
Da Silva recalcó el papel del sector privado, que participó en los debates y el reconocimiento por primera vez de la "tenencia informal" de la tierra, fundamental para millones de campesinos pobres y pescadores artesanales.
"El desafío ahora es aplicar tales directrices", advirtió, tras prometer que el tema será prioritario durante su mandato en FAO.
En nombre de las organizaciones de la sociedad civil que participaron en la formulación de las directrices, el argentino Angel Strappazzón, del Movimiento Campesino Indígena-Vía Campesina, calificó de "muy positivo el documento, ya que "contribuirá a distribuir de manera más justa la tierra, los bosques, la pesquería", comentó en una charla con la AFP.
"Somos conscientes de que se quedan cortas en algunos aspectos (...) A pesar de ello, hacemos un llamamiento a los gobiernos y a los organismos intergubernamentales para ponerlas en práctica", dijo.
Para el dirigente campesino, hay "voluntad política" en América Latina para enfrentar seriamente el tema de la tenencia de la tierra, que generó históricamente graves conflictos en toda la región.
"Algunos de los temas abordados por las directrices voluntarias se remontan incluso a siglos atrás. El hecho de que estas directrices traten estas cuestiones tan arraigadas, así como las nuevas preocupaciones, es lo que las hace tan significativas", subrayó por su parte Graziano da Silva.
El fenómeno del "acaparamiento de tierras", caballo de batalla desde hace años de las organizaciones campesinas, que denunciaron la compra de unos 200 millones de hectáreas sólo entre 2000 y 2010, en particular África y América Latina, fue también uno de los temas abordados en las directrices. / AFP