La conciliación, el último trámite de la reforma de Justicia y Paz, fue aprobada ayer por el Senado.

La norma incluye una audiencia ante juez de control de garantías para evaluar, en casos particulares y de manera individualizada, cuándo procedería la sustitución de la medida de aseguramiento.

Para quienes hayan sido privados de su libertad antes de la desmovilización colectiva, de acuerdo con la reforma, los 8 años se cuentan a partir de su postulación. Esto significa que quienes estaban privados de su libertad antes de las desmovilizaciones colectivas, sólo podrán solicitar la sustitución de la medida de aseguramiento a partir de agosto de 2014 ya que las primeras postulaciones se dieron en agosto de 2006.

Para el presidente del Congreso, el senador vallecaucano Roy Barreras, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), es quizás el proyecto más importante del año en materia de seguridad, orden público y paz.

Según Barreras, ahora los paramilitares y guerrilleros hoy presos por Justicia y Paz, ya no saldrán por vencimiento de términos sino que se garantizará la verdad y la reparación en favor de las víctimas.

Barreras, que fue ponente en primer debate de la iniciativa, recordó que el proyecto de la Fiscalía contenía una norma -a su juicio- inaceptable según la cual los postulados de justicia y paz podrían salir por vencimiento de términos sin decir la verdad, ni haber dado reparación a las víctimas.

“Con la corrección aprobada” ayer “por el Senado, ya no saldrán por vencimiento de términos sino que se aplicará una medida de sustitución de la detención preventiva, pero condicionada a la plena verdad. Los paramilitares que pierdan esta última oportunidad de confesar toda la verdad en favor de las víctimas, correrán el riesgo de perder todos los derechos y terminarán en justicia ordinaria, ya no con penas de 8 años, sino de 40. Se han establecido audiencias colectivas y nuevos mecanismos procesales novedosos para permitir que el Estado cumpla también con el compromiso que hizo con los postulados cuando se produjo su sometimiento a la justicia”.

De acuerdo con Barreras, se logró conciliar el derecho que tienen las víctimas a toda la verdad, que es el más importante de todos los derechos, con el derecho adquirido por los postulados al someterse a un proceso de justicia transicional que significó el compromiso del gobierno con unos términos y procedimientos precisos que al cabo de 7 años aún no han sido suficientemente eficaces.

“Esperamos que esta reforma permita mejorar de manera sustancial, la eficacia de justicia y paz que al cabo de estos años, sólo ha producido 3 de sentencias de miles de casos que han sido examinados y que no podían terminar en una frustración y en un antecedente negativo para los modelos de justicia transicional con miras al futuro”, puntualizó.