Angelino, el populista | El Nuevo Siglo
Martes, 13 de Septiembre de 2011

¿Vicepresidente de la República? ¿Candidato a alguna cosa o a todas? o ¿Instigador profesional de los paros y de las vías de hecho en el país?... Angelino Garzón, el polémico y muy populista Vicepresidente, resultó el lunes crítico de los asesores técnicos económicos del Gobierno del que hace parte, y más grave que eso: dijo que si fuera trabajador de una compañía petrolera en Colombia, también estaría protestando por la ausencia de políticas de responsabilidad social empresarial. Lo paradójico es que este bochinche ocurrió en ausencia del mandamás: El presidente Santos se hallaba en el Japón, en misión comercial.


Grave, muy grave. Grave que desde la Vicepresidencia se instigue a los trabajadores, no a reclamar de forma ordenada por sus derechos o a presentar sus reparos por canales institucionales adecuados, sino que se recurra a la protesta en momentos en que el departamento del Meta ha enfrentado problemas de orden público muy delicados, primero en Puerto Gaitán y ahora también en Barranca de Upía, por cuenta precisamente de estos alzamientos de trabajadores petroleros y de unos cuantos infiltrados que no tienen nada que ver con la industria, pero que quieren crear el problema y generar el caos, como aquí lo hemos denunciado.


No clasifica como pobre. Finalmente, en lo que tiene que ver con la nueva forma de medición de la pobreza, el segundo de a bordo en la alta nómina estatal se declaró en desacuerdo con los economistas del Gobierno que consideran que quien gane 190 mil pesos mensuales, no se puede clasificar como pobre y dijo que invitaba a esos técnicos a Corabastos a ver qué mercado alcanzaba a comprarse con semejante suma tan precaria.


La ropa sucia se lava en casa. Al margen de que tenga o no razón, parece que este tema tan espinoso bien pudiera ser manejado de manera interna dentro del Gobierno. Y qué coincidencia: el vicepresidente Garzón lo hace públicamente, poniendo contra las cuerdas a sus compañeros de gabinete y acaso aprovechando, como ya se dijo, la ausencia del Primer Mandatario, por estos días en Tokio. A don Angelino, a quien se le salió el sindicalista que lleva adentro, como que lo tiene sin cuidado el viejo y conocido refrán, según el cual, la ropa sucia se lava en Casa de Nariño.


¿A quién escucha el Vice? El anuncio de la nueva medición de la pobreza que sacó de casillas al señor Garzón se realizó hace quince días, y en el momento de su publicación no dijo nada. En las últimas semanas hubo dos Consejos de Ministros y tampoco soltó una sola palabra. ¡Muy mal, don Angelino! Los santistas preocupados consideran que va siendo hora de que el Presidente ponga punto final a estos episodios que podríamos llamar los “conciertos del desconcierto”. Sin embargo, algunos uribistas bien suspicaces se preguntan: ¿Será que don Angelino repite lo que le dicta desde el Japón su superior inmediato? ¡Averígüelo, Vargas!