La administración del Canal de Panamá y el consorcio encargado de la ampliación de la vía entran este lunes, con posturas aún muy distantes, en una semana de negociaciones a contrarreloj para impedir que a partir del 20 de enero se paren las obras.
Sin definir aún una nueva reunión tras la efectuada la semana pasada, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y el Grupo Unidos por el Canal (GUPC) están tratando de resolver la crisis que estalló el 30 de diciembre cuando el consorcio amenazó con suspender las obras debido a una crisis de flujo de caja.
Bajo esa advertencia, la GUPC impuso a la ACP un plazo de 21 días -que se cumplen el próximo lunes- para que atienda su reclamo de 1.600 millones de dólares por sobrecostos, adicionales al contrato original, de 3.200 millones para la construcción de un tercer juego de esclusas.
Pero los avances parecen pocos. Para este lunes estaba prevista una reunión en Panamá entre la ACP, GUPC y la empresa aseguradora Zürich América International, en la que se hablaría sobre la fianza de 600 millones de dólares que salvaguarda la construcción del tercer juego de esclusas.
No obstante, una fuente de ACP dijo a la AFP que se suspendió a petición de GUPC, bajo el argumento de que "no se encontraba preparado para la reunión", aunque no mencionó nueva fecha para el encuentro.
Sin embargo el tono de las conversaciones se ha moderado en los últimos días.
"Esto va más allá del Canal de Panamá (...) Somos el límite entre las aspiraciones de un contratista y la realidad", dijo este lunes al diario La Estrella el administrador del Canal, Jorge Quijano, quien exige a GUPC levantar la amenaza sobre esta estratégica vía por la que pasa el 5% del comercio mundial.
Pero ya el viernes, en una entrevista con la AFP, Manuel Manríquez, presidente de la constructora española Sacyr, socio mayoritario de GUPC, había matizado el ultimátum al afirmar que el consorcio "bajo ningún concepto" abandonará la obra.
"El plazo que se dio es para negociar (...) Espero que antes de esa fecha (20 de enero) tengamos buenas noticias, para beneficio de la ACP, GUPC y el comercio marítimo mundial", afirmó Manríquez.
Nada fuera de contrato
El conflicto por el ultimátum dado por GUPC motivó hace una semana una visita a Panamá de la ministra española de Fomento, Ana Pastor, quien medió para acercar a las partes.
El martes, al abrirse la negociación, la ACP ofreció un anticipo de 100 millones de dólares para mantener activa la obra, pero GUPC pidió que el adelanto de ACP fuera de 400 millones y aceptó de su parte aportar otros 100 millones.
Poco después, la empresa Impregilo de Italia, el otro socio importante de GUPC -también formado por Jan de Nul de Bélgica y Constructora Urbana (CUSA) de Panamá-, propuso a ACP que inyectara 1.000 millones de dólares y que el sobrecosto de 1.600 millones lo deslinde un tribunal de arbitraje internacional.
Pero Quijano rechazó de plano esa sugerencia e insistió en su posición de respetar el contrato, que establece tres instancias para la solución de conflictos, la última de ellas es una Corte en Miami, Estados Unidos.
"No hemos dicho que no vamos a pagar (los reclamos), pero por qué pagar por fuera si es obligatorio que cada reclamo se presente en las instancias del contrato. Yo no puedo actuar en otro escenario", advirtió el administrador este lunes.
GUPC alega que los sobrecostos son originados en informes geológicos erróneos por parte de la ACP, pero Quijano señaló que durante 14 meses el consorcio tuvo acceso a la información necesaria para "las pruebas de campo, para hacer sus propios estudios".
"La idea era que ellos no escatimaran esfuerzos en sus estudios y análisis", remarcó el administrador, quien al igual que el presidente Ricardo Martinelli ha insistido en que las obras se concluirán con o sin GUPC, lo cual implica contratar a otra empresa.
La ampliación del Canal, calculada en 5.200 millones dólares para el total del proyecto, tiene un avance del 72% y en las esclusas de 62%. Sin embargo, el ritmo de construcción bajó considerablemente desde la advertencia de suspensión.
El proyecto comenzó en 2009 y estaba planificado que terminara este año, coincidiendo con el centenario de la vía, pero presenta un atraso de nueve meses y la nueva fecha de finalización está prevista para junio de 2015. El Canal fue inaugurado en 1914 por Estados Unidos y pasó a soberanía panameña en diciembre de 1999.