La iniciativa que recolectó más de un millón de firmas, entre esas la de Leonardo DiCaprio, busca que más de 100 animales salgan de cautiverio
Las autoridades rusas prometieron el lunes liberar a decenas de orcas y belugas capturadas en el extremo oriente ruso y que están hacinadas en estanques desde el verano, una situación que conmovió a los defensores del medioambiente.
Más de 1,4 millones de personas, entre ellos el actor Leonardo DiCaprio, firmaron una petición en el sitio change.org para pedir la liberación en mar abierto de estas 11 orcas y 93 belugas, cuya situación expuso el comercio de estos mamíferos marinos para los parques temáticos acuáticos.
Bajo una creciente presión internacional, el gobernador de la región de Sajalín, Oleg Kojemiako, anunció que "tomó la decisión de liberar a los animales en la naturaleza" después de haberse reunido con el estadounidense Charles Vinick, un defensor de los animales, y el hijo del famoso explorador francés Jacques-Yves Cousteau, Jean-Michel.
"Nuestro objetivo es liberar a todos" estos animales, declararon los tres hombres en un comunicado en conjunto.
Jean-Michel Cousteau, de 80 años, es el fundador de la asociación Ocean Futures Society, mientras que Charles Vinick dirige el Proyecto Santuario de Ballenas, cuyo objetivo es crear un santuario para las ballenas y delfines que les permita escapar de los parques acuáticos.
Jean-Michel Cousteau dijo a la AFP estar convencido de que "muchos animales" serán liberados pero que necesitarán un tiempo para encontrar la mejor solución para cada uno. "Si algunos están enfermos, nos haremos cargo de su cuidado".
Las condiciones en que mantienen cautivos a los mamíferos marinos "no favorecen su salud a largo plazo", declaró Vinick a la AFP. "Los estanques son pequeños y están abarrotados, demasiado poco profundos".
Los científicos tomaron muestras y efectuaron registros de audio de los animales para determinar su estado y van a trabajar con Rusia para liberarlos, precisó.
La difusión en febrero de fotos de 11 orcas y 93 belugas amontonadas desde el verano en tanques pequeños cerca de Najodka (extremo oriente ruso) para ser vendidas al extranjero detonó una ola de protestas en varias partes del mundo.
Rusia es el único país donde estos mamíferos marinos pueden ser capturados en pleno océano con fines "pedagógicos", lo que constituye un vacío jurídico que utilizan los traficantes para vender animales en el extranjero, en particular en China, donde hay una red de parques temáticos.