Actualmente muchos lugares alrededor del mundo están sufriendo las consecuencias de la escasez del agua potable para fines alimenticios, productivos y del diario vivir de las personas.
De acuerdo a las Naciones Unidas (ONU) casi dos millones de personas mueren al año por falta de agua potable, y es probable que en aproximadamente 15 años la mitad de la población mundial esté ubicada en zonas donde acceder al recurso hídrico es casi imposible, por lo cual, de acuerdo al Foro Económico Mundial, se estipula que para el año 2030 la demanda de agua potable habrá aumentado en un 40%, situación que el planeta no podrá soportar y que se verá reflejado en tasas de mortalidad y morbilidad más altas, y en el incremento de los precios del agua potable y de los alimentos, situación que agravaría aún más el panorama.
Según las Naciones Unidas (ONU) actualmente el 40% de la población ya está afectada por la escasez del agua y aproximadamente 700 millones de personas están en riesgo de verse desplazadas por éste motivo. Adicional, se plantea que hoy en día más de 2.000 millones de personas no tienen acceso a agua segura y cerca de 4.500 millones carecen de servicios de saneamiento adecuados. De acuerdo a la misma fuente, se estipula que para el año 2050 al menos una de cada cuatro personas vivirá en un país donde la carencia de agua potable será un problema crónico.
La carencia de agua potable se convierte en un problema que se debe solucionar lo más antes posible. Hoy en día son muchas las soluciones que se han planteado pero no todas han sido lo suficientemente eficientes desde el punto de vista práctico, productivo y económico debido a los altos costos en los que se debe incurrir.
Es por ello que se necesitan de alternativas más viables y de mayor capacidad para dar una solución efectiva a las poblaciones que hoy por hoy sufren de ésta problemática para que en un futuro muy cercano el impacto de la disminución de las fuentes hídricas aptas para el consumo humano sea mucho menor y, por ende, se puedan recuperar las pérdidas que implicaron el consumo masivo de agua por una población que está en constante crecimiento.
En Colombia, tristemente, las cifras no son menos aterradoras. 1.500.000 niños y adolescentes no pueden disfrutar de agua potable.
Afirmar que las fuentes hídricas del mundo están acabándose es noticia vieja. Sin embargo, vale la pena decir que hay gente comprometida con encontrar soluciones reales.
Cuatro socios con diferentes enfoques y experiencias de vida pero con la misma preocupación y sentido de responsabilidad con el planeta (Juan Carlos Zambrano Burgl, médico cirujano, y Wolfgang Seifert, abogado, a la cabeza del proyecto) se unieron para abrir en Colombia la primera empresa fabricadora de agua potable a partir de la atmósfera.
AquaPlus cuenta con máquinas hechas con tecnología canadiense que condensan el vapor atmosférico y lo convierten en agua cien por ciento potable. “Es el agua más pura que puede tomarse, porque en ningún momento llega al suelo”, afirma Juan Carlos Zambrano, uno de los socios.
“Nuestro objetivo como empresa es mejorar la calidad de vida de las comunidades, llevando hasta los lugares más lejanos del país, donde la necesidad de fuentes hídricas es urgente, estas plantas capaces de suministrar importantes cantidades de litros de agua al día. Pero también llevando a un equipo de trabajo altamente calificado y capacitado, capaz de brindar toda la ayuda necesaria para su implementación”, afirma Wolfgang Seifert.
La tecnología que hoy trae a Colombia la empresa Aquaplus ya ha sido utilizada y probada con gran éxito en otros países, donde, al igual que en Colombia, la humedad del territorio juega a favor. Tal es caso de India, Haití o Sudáfrica, donde comunidades enteras, que habían vivido siempre sin acceso a este recurso vital, hoy producen por sí mismas más de 2.000 litros de agua potable al día.
Esta es una respuesta real, eficiente y de calidad para el problema más grave que enfrentan comunidades vulnerables en zonas como Guajira, San Andrés, Santa Marta y Cartagena, entre muchas otras zonas del país.
Los WEPS (Water Extraction and Purification System), por sus siglas en inglés, son sistemas de extracción y purificación de agua que funcionan a partir de la “Extracción Atmosférica del Agua”, la cual tiene como fin obtener una fuente agua alterna, sostenible y pura sin la necesidad de recurrir y explotar las fuentes hídricas dulces ya existentes. Por medio de estos sistemas el vapor en la atmosfera, que es abundante y puro, es capturado de la troposfera antes de que se condense y caiga a la tierra en forma de lluvia o nieve y se contamine.
Los sistemas de extracción y purificación del agua tienen una capacidad de producción que va desde los 250 litros hasta los 5.000 litros diarios, bajo una temperatura que oscila entre los 25C° – 32C°, y una humedad relativa que varía entre el 70% – 75%. Los WEPS se distinguen por: ser rentables, sostenibles y amigables con el medio ambiente; ser una tecnología probada exitosamente, escalable y móvil; están al alcance de diferentes operaciones como producción de agua o planta embotelladora, y no explota las fuentes hídricas ya existentes