Quisiera dejar en claro antes de comenzar este artículo, que aun cuando no voté por la Dra. Claudia López, mis oraciones piden el mejor de los desarrollos en su gestión para el bien de todos; pero esa misma razón me habilita para criticar, de manera constructiva, todo aquello que no me parezca adecuado o veraz.
Pues bien, el miércoles al finalizar la jornada del día sin carro, la señora alcaldesa manifestó lo siguiente: “Cerca de 2 millones de personas se desplazaron a pie, en bicicleta, patineta o en transporte público; modos de transporte sostenible que reducen el impacto en el medio ambiente, disminuyen la huella de carbono y mejoran la calidad del aire.”
En las mismas declaraciones manifestó: “Un día sin carro no va a mejorar la calidad del aire, debemos tener más días sin carro y cambiar los hábitos de desplazamiento, los vehículos son el tercer contaminante del aire en Bogotá, hoy se redujo el material o articulado en un 10 %.”, dijo además que se estudia la posibilidad de cambiar la fecha del día sin carro por la inversión térmica y elevada contaminación que se registra en los primeros días del año, y que la velocidad en Bogotá aumentó en un 19%.
Las declaraciones mencionadas no encadenaron dos verdades, la única verdad que se dijo es que un día sin carro no va a solucionar el problema ambiental, faltó decir que dos, o tres, o cien, tampoco lo solucionarían y que la medida es inocua en términos ambientales; dice también que el aumento de la polución registrado ayer corresponde a fenómenos de inversión térmica.
Valga aclarar que estudios de la facultad de medicina de la Universidad de Los Andes, para el año 2018, muestran que esa jornada ideada para que los capitalinos se tomen un respiro y, al menos por un día, disfruten de mejores condiciones en términos de contaminación y ruido. “Con todo y que 1,5 millones de vehículos dejaron de circular entre 5:00 a.m. y 7:30 p.m., aumentaron los niveles de contaminación en la ciudad por cuenta de la acumulación de material particulado.”
De acuerdo con la mencionada investigación, pese a las restricciones a carros y motos, el hecho de que el Distrito haya puesto en operación el 100 % de la flota de Transmilenio y el SITP (casi 3.000 buses) incidió para que se incrementaran las concentraciones de material particulado: un polvillo fino causado por el humo que genera la combustión de vehículos, entre otras fuentes. “Ese día aumentan los niveles de contaminación del aire porque circula prioritariamente transporte con combustible diésel.” Este informe muestra un contraste con el día siguiente y el día anterior a la jornada sin carro.
De otra parte, informaciones preliminares de los muestreos permiten prever que nuevamente los niveles de contaminación aumentaron en el día sin carro y qué mala suerte, nuevamente se presentó el fenómeno de inversión térmica, y algunos defensores de la medida dirán que siempre existe el fenómeno por estas fechas. Sorpresa estudios del día sin carro en Medellín y en Bucaramanga, en otras épocas del año, muestran similares aumentos en los niveles de contaminación.
Permítanme preguntarme ¿Qué está haciendo el Estado para limitar la contaminación?, ¿Qué está haciendo para mejorar los sistemas públicos de movilidad? Y me refiero a la mejora desde el punto de vista ambiental y desde el punto de vista social; quizá los técnicos que rodean la administración están interesados en justificar su terquedad y los encargados de la imagen estén interesados en agitar la bandera de la anticontaminación, pero señora alcaldesa, de usted esperaríamos medidas reales de control y soluciones, no sofismas y mentiras piadosas.