“Más áreas protegidas pero sin recursos para cuidarlas”
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Escrita por Álvaro Sánchez
Desde inicios del presente año existe una gran expectativa por conocer los desarrollos de las políticas ambientales en Colombia y por lograr mejoras reales en el sector ambiente, vale la pena preguntarse hoy ¿En qué va nuestra política ambiental? Y ¿Qué logros se han obtenido en la misma?
Dado el grave aumento de la deforestación en la última década, se esperaba encontrar formas efectivas para detenerla; según el reporte del Ideam, para el último trimestre del 2018, la Amazonía concentró el 43 % de las alertas tempranas de deforestación de todo el país y los departamentos de Guaviare y Meta son los que concentran la mayor parte de estas, combatir la deforestación es un desafío que contiene retos adicionales que tocan intereses diversos entre los agricultores, los ganaderos y los simples acaparadores de tierras. Hasta el momento no se ha conocido que se aumente la capacidad de control de las CAR ni el pie de fuerza de la policía ambiental, con lo cual el problema sigue en igual o mayor dimensión.
Desde otro punto de vista, se esperaba que la justicia fortaleciera las penas y su capacidad de aplicarlas, para los delitos ambientales, para ello se requeriría de un ordenamiento ambiental adecuado, que permita determinar cómo se delimitan las fronteras entre los diferentes usos y como se pueden controlar los desarrollos de diversas actividades en los mismos; los ordenamientos ambientales a nivel municipal son hasta el momento paños de agua tibia y no existe una norma que obligue a los municipios a tener este tema determinado en detalle, los POT no son herramienta suficiente para ese fin. En este aspecto tampoco se ha avanzado lo suficiente y estamos a la espera de una adecuada normalización del tema.
A mediados de 2018 se presentó, por segunda vez, un proyecto de ley para prohibir el uso del fracking en Colombia, esta medida podría llegar a tomarse, con nefastas consecuencias para la economía nacional; estamos a la espera de una iniciativa del gobierno nacional que permita desarrollar explotaciones petroleras a través de esta técnica, pero con los controles y garantías que aseguren el mantenimiento de la línea base de nuestro territorio. Hasta la fecha se ha centrado la discusión entre si al fracking o no al fracking, no se han conocido posiciones gubernamentales sobre condiciones técnicas para el fracking.
El tema de las consultas populares y de las consultas previas sobre el tema también se ha convertido en una piedra en el zapato, la realidad es que en aras de un planteamiento “democrático”, se ha dado una responsabilidad a personas sin conocimiento técnico para decidir en temas técnicos; si la población hubiera tenido que decidir sobre las vacunas, quizá se hubiera derrotado su uso por temor al pinchazo. Las consultas se han convertido en una lucha ideológica que no tiene nada que ver con el tema ambiental y en la cual se manipula la voluntad del ciudadano con discursos sin fundamento técnico.
Otro tema complejo es el aumento de las “áreas protegidas” en nuestro país, es real el hecho de que cada día se aumenta el número de hectáreas protegidas de nuestro territorio, pero es también evidente el hecho de que no se aumentan los recursos para protegerlas realmente; de esta manera cada día hay menos funcionarios protegiendo nuestra riqueza “protegida” y de esta manera se permite su explotación de forma ilegal, esto agrava el problema y pone en riesgo la estabilidad ambiental del territorio.
Así las cosas seguimos esperando acciones contundentes que redunden en beneficio de los recursos naturales del país, sin perjuicio del desarrollo económico, es decir esperamos un real desarrollo sostenible, para el bienestar de todos.