El edificio que será estrenado en 2019 es una muestra de el nuevo estilo arquitectónico amigable con el medio ambiente.
Noruega está construyendo lo que será la torre de madera más alta del mundo, un material de bajo impacto climático y alta resistencia al fuego.
Esta semana se izó la última viga de la "torre Mjøs", que en sus 85,4 metros alberga 18 pisos y está situada cerca un lago del mismo nombre, a un centena de metros al norte de Oslo.
Según los promotores, se escogió la madera como material de construcción ya que permite reducir las emisiones de CO2 en comparación con el cemento.
"Construir con madera es ayudar a respirar en un mundo mejor", declaró en un comunicado el empresario Arthur Buchardt, quien lanzó el proyecto inspirado por los acuerdos climáticos de París.
Para disipar posibles miedos, los capataces aseguran que el edificio fue concebido para resistir a los incendios porque se usaron vigas cubiertas de cola que solo arderían en el supuesto de una exposición continua a las llamas.
Cuando sea inaugurada en marzo de 2019, la torre superará a los 49 metros de Treet ("árbol" en noruego), edificio que posee el actual récord, situado en Bergen (oeste).
La torre Mjøs incluirá viviendas, una piscina interior, un hotel, oficinas, restaurantes y espacios comunes. Inicialmente, el edificio debía tener una altura de 81 metros pero ha crecido unos más después de la instalación de una pérgola en su cúpula.
Este añadimiento le permitirá sobrepasar también a otro edificio en construcción, la torre HoHo de Viena, que se erigirá a una altura de 84 metros.
A diferencia del edificio noruego construido totalmente en madera, el austríaco es una estructura híbrida que combina madera (76%) y otros materiales.