El secretario de la ONU también dijo que "un fracaso en Kuwait enviaría un mensaje desastroso" para quienes quieran implementar tecnologías verdes.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió este miércoles en la COP24 que las "cuestiones políticas clave" para aplicar el Acuerdo de París contra el cambio climático siguen sin ser resueltas, a dos días de que finalice la cita internacional en la ciudad polaca de Katowice.
Guterres, que regresó de manera inesperada a Katowice donde están reunidos unos 200 países, recordó que el calentamiento del planeta es "hoy" una cuestión de "vida o muerte" para los pequeños Estados insulares.
Tres años después de la firma del Acuerdo de París que pretende limitar el aumento de la temperatura global a 2 ºC e idealmente a 1,5 ºC, las negociaciones están topando con grandes dificultades para lograr su objetivo de definir las reglas de aplicación de dicho compromiso.
"Un fracaso en Katowice enviaría un mensaje desastroso a todos aquellos que están dispuestos a adoptar una economía verde", advirtió Guterres.
El contexto geopolítico actual está pesando en la 24ª Conferencia de la ONU sobre Clima.
Además de la salida anunciada de Estados Unidos del Acuerdo de París, la incertidumbre sobre la permanencia de Brasil bajo el futuro gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro o la revuelta de los "chalecos amarillos" en Francia contra una tasa ecológica sobre el carburante parecen estar calando en los ánimos de los negociadores.
Estados Unidos, Rusia, Arabia Saudita y Kuwait se opusieron además a aceptar las conclusiones del último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que advierte de las consecuencias nefastas que tendría para el planeta un aumento superior a 1,5 ºC respecto a la era preindustrial.
"No son buenas noticias, pero no podemos ignorarlas", dijo Guterres en su discurso dirigido a las delegaciones nacionales.
Guterres insistió en la importancia de llegar a un acuerdo antes del fin de la COP24: "Desaprovechar esta oportunidad comprometería nuestra mejor baza para frenar el cambio climático. No solo sería inmoral, sería suicida".