Para nadie es un misterio el hecho de que en todas las sociedades siempre ha existido un manifiesto interés por el entorno natural en que vivimos, sin embargo es notorio que tan solo en las últimas décadas se ha venido realizando un esfuerzo, a veces coordinado a veces no, para conseguir conjugar el hábitat natural de nuestra especie con el desarrollo de nuestras sociedades.
Desde la perspectiva de los conceptos, se puede decir que existe un avance significativo en el hecho de que se considere la variable ambiental como un eje fundamental del desarrollo; partiendo de la base de que sin un cuidado integral del ambiente, se destruyen las bases mismas de la supervivencia del ser humano en el planeta y que a su vez sin desarrollo no habría posibilidades de proteger adecuadamente los ecosistemas, habida cuenta de la falta de recursos para dichas inversiones.
El crecimiento desmesurado de la población aunado a la explotación irracional e incorrecta de los recursos, ha generado una contaminación creciente que amenaza nuestro presente y nuestro futuro, amenazando factores vitales para la supervivencia humana, tales como; suministro de agua potable, seguridad alimentaria, disponibilidad de energía, saturación de residuos, daños en la calidad del aire que dificulten o aumenten desmesuradamente la afectación del cerebro, entre otros. A todo este panorama deberemos enfrentarnos poniendo en orden las ideas y planeando adecuadamente desde ya, para permitir la continuidad del desarrollo.
Para cualquier tipo de planificación ambiental, no podemos perder de vista que el medio ambiente no es solo una definición de lo natural, es más bien una aglomeración de factores naturales, sociales, económicos, culturales y estéticos, que están interrelacionados entre sí y con la especie humana, individualmente y como sociedad, generando una dinámica que integra factores y recursos que conforman un entorno ambiental. En la normativa de la Comunidad Económica Europea sobre EIA (Evaluación de impacto ambiental) se considera que los factores del medio ambiente son; el ser humano, la fauna, la flora, el suelo, el agua, el aire, el clima, el paisaje, las interacciones entre los factores citados, los bienes materiales y el patrimonio cultural.
La supervivencia misma de nuestra especie está supeditada a que el medio, aquel que nos proporciona todos los bienes y servicios, soporte las actividades que impulsan el desarrollo del ser humano como sociedad y no llegue a un nivel de recepción de residuos que sea imposible de soportar por el sistema natural. Subsistiremos mientras no destruyamos los recursos de los que dependemos, mientras no superemos la capacidad del territorio en el que desarrollamos nuestra organización social y un modelo territorial, mientras realicemos un desarrollo sostenible.
La naturaleza nos brinda recursos suficientes y abundantes para nuestro bienestar, para nuestro desarrollo y para nuestra subsistencia, para comprender un poco más el asunto los podemos dividir en: económicos, biológicos y tecnológicos. Los primeros son una resultante del adecuado aprovechamiento de toda la naturaleza y del valor económico que esta tiene dentro del presente y el futuro de las políticas y los sistemas económicos, los segundos afectan directamente nuestra vida y los últimos aumentan nuestra capacidad productiva y por ende nuestro desarrollo.
Otro aspecto muy importante del tema es que dentro de la gestión ambiental es indispensable buscar el bien común o bienestar de la mayoría y no solo privilegiar a determinados grupos de personas o de intereses, pensando más en las generaciones futuras que en la situación o el bienestar de los seres humanos de hoy; desde esta perspectiva es indispensable que el Estado proceda a planificar y a controlar el desarrollo en materia ambiental con el fin de lograr un equilibrio del territorio en este tema.
@alvaro080255