Un polluelo de águila crestada (Spizaetus isidori), fue puesto en libertad en área del Parque Natural Regional Corredor Biológico Guácharos-Puracé, luego de que Miller Guzmán, un campesino del municipio de Pitalito, encontrara al animal alimentándose de varias aves de corral de su finca localizada en la vereda Montecristo y tomara la decisión de capturarla y entregarla a funcionarios de la Dirección Territorial Sur de la CAM.
“Yo encontré al ave comiéndose algunas gallinas, pero la vi tan hermosa y tan llamativa, que preferí capturarla antes que se fuera para donde algún vecino y pues no contara con buena suerte; sabía que era un águila y que estaba en peligro, así que me comuniqué con la CAM para que ellos la recogieran”, manifestó Miller Guzmán.
El ave fue encontrada por el personal médico veterinario de la CAM en óptimas condiciones físicas y luego fue sometida a exámenes y controles de rigor realizados en el Hogar de Paso de la Territorial Sur.
“El animal estaba por encima de los dos kilos, lo que es un indicador que es un macho, afortunadamente lo encontramos en perfecto estado, lo que hicimos fue tomar una muestra de sangre para cuadro hemático y química sanguínea. Adicionalmente, se tomaron dos plumas de la parte dorsal para futuros análisis genéticos”, señaló Nancy Ramírez, veterinaria de la CAM.
Liberación
Debido a que el ave se encuentra en su fase de mancipación, estuvo menos de 24 horas bajo el cuidado de la Autoridad Ambiental y fue liberada en un área cercana al lugar de su hallazgo. El proceso de liberación, se realizó siguiendo las recomendaciones de la Fundación Águila de los Andes-FADA y contó con el acompañamiento de los grupos de monitoreo Tierra y Semillas y Mashiramo.
“Es de resaltar la actitud de las personas que hicieron entrega de esta importante ave que tiene especial cuidado en su protección; esto es el resultado de un arduo proceso de sensibilización, ambiental realizado por la Corporación y que en adelante continuaremos adelantando en la zona, ya que esta liberación estará acompañada de actividades de educación ambiental en la zona, a fin que la comunidad se empodere en pro del cuidado del águila real de montaña”, indicó Genaro Lozada Mendieta, director de la Dirección Territorial Sur de la CAM.
Importancia de la especie
El Águila crestada presenta una gran importancia ecosistémica al servir de control biológico de algunas especies. Es el águila más grande de la zona andina y se encuentra bajo la categoría de vulnerable (Vu) de acuerdo con la lista de especies amenazadas, pues se calcula que en el mundo, su población no supera los mil ejemplares.
De acuerdo con datos suministrados por FADA, en Colombia, en los últimos cuatro años, al menos unos 18 individuos han perdido la vida a causa de la cacería derivada del conflicto de la especie con el humano, debido a que parte de su dieta alimenticia se basa en aves de corral, especialmente gallinas.
Entre los principales factores de reducción de la especie, también se destaca la pérdida de bosques primarios, la ampliación de la frontera agrícola y la cacería deportiva.
Esta es el águila más grande de la zona andina y se encuentra bajo la categoría de vulnerable, pues se calcula que en el mundo su población no supera los mil ejemplares.
Águila Crestada, también es llamada arpía menor, también llamada águila morena o águila moñuda es una especie de ave accipitriforme de la familia Accipitridae propia de la región neotropical. Es el único miembro del género Morphnus. No se reconocen subespecies.
Se encuentra en Guatemala, Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Venezuela, Guyana, Ecuador, Perú, Paraguay, Bolivia, Brasil y el norte de Argentina.
Mide de 71 a 84 cm de longitud. Las hembras son más grandes que los machos. Su cola es ancha, su pico robusto y patas amarillas.
Se alimenta de mamíferos medianos o pequeños como monos y perezosos; incluye también serpientes y aves en su dieta.
Es muy discreta a pesar de su tamaño, generalmente permanece en el dosel y ocasionalmente descansa al descubierto al filo del bosque. Emite un sonido fuerte llamado griterío.
Su expectativa de vida es de 50 años en estado silvestre; 60 años en cautiverio./CAM