COMENTARIOS agresivos en redes sociales frente a las objeciones de la JEP, la agresión de una mujer a dos agentes de tránsito que iban a multarla en Cali, los insultos entre las partes por la minga indígena y los constantes fleteos que inclusive en el hecho más reciente terminó en la muerte de una mujer de 61 años en Bogotá.
Estos son tan solo algunos de los casos que en los últimos 15 días han sido noticia y que evidencian una mínima parte de los hechos de intolerancia que ocurren a diario en Colombia, en cualquier momento y lugar.
Según el último boletín estadístico de Medicina Legal en los dos primeros meses del año 2019, se han presentado 34.813 casos violentos no fatales y más de 1.000 muertes violentas, todas a causa de la intolerancia.
“Lo primero por señalar es que tenemos una gran necesidad de educación en inteligencia emocional. Si bien es cierto que los seres humanos actuamos a la defensiva cuando nos sentimos atacados porque nuestro cerebro reptiliano que es instintivo reacciona en segundos necesitamos aprender a gerenciar las emociones”, afirma Constanza Triana coach de vida y directora de Vera Ikona.
Un ejemplo clásico es un niño que es empujado por otro, sus reacciones pueden ser empujarlo más fuerte, paralizarse o salir huyendo. Los patrones de comportamiento se van adquiriendo desde la infancia y son modificables tanto por el entorno como por la formación en habilidades blandas que la persona va adquiriendo en su adultez.
¿Qué pasa por la cabeza cuando se es intolerante?
Según los expertos de compañías como Vera Ikona Consultores, firma especializada en el desarrollo de inteligencia emocional, todas las personas tienen una estructura mental que les dice de forma automática cómo debe ser el mundo. Así que cuando viven una situación diferente a sus creencias, miedos y programación mental, se produce incomodidad que los lleva a reaccionar de forma instintiva y decir frases como “yo no me dejo de nadie”.
Dado que estas situaciones son cada día más frecuentes y que llegan a generar lesiones personales, es importante saber cómo reaccionar si de repente se encuentra en la calle, en el supermercado o en el bus a una persona fuera de control. Lo primero es no enfrentarse porque provocará más enojo, lo segundo es reconocer en voz alta lo que usted está viendo y lo tercero es evitar alterar el mundo interior de la persona enojada, usando frases como “entiendo su enojo y vamos a resolverlo”.
3 trucos para momentos de irritación
1. Respire conscientemente: en los momentos de enojo inhale y exhale lentamente, por lo menos, tres veces.
2. Use la pregunta de oro: ¿Que gano si me salgo de control? La respuesta ayuda a gerenciar la rabia y reconciliarte consigo mismo
3. Exprese sus ideas: no se trata de reprimir las emociones, ni de quedarse callado, pero sí, de elegir las palabras que permitan dar a conocer su opinión, entendiendo que para hacerlo no es obligatorio ofender o atacar a quienes piensan diferente.
“Los recientes casos de suicidio juvenil y abandono de los adultos mayores nos hablan de la salud emocional de la sociedad. No es exagerado decir que en todas las edades hay un desconocimiento colectivo del poder de las emociones y de las herramientas con las que contamos para reprogramar el cerebro como el coaching, la programación neurolingüística, el juego con propósito, el aprendizaje experiencial para aprender a reaccionar inteligentemente ante situaciones altamente tensionantes”, agrega Triana
Desarrollar inteligencia emocional y habilidades blandas es indispensable en nuestro país, por medio de estas herramientas se puede evitar el conflicto por temas de fanatismo, polarización, convivencia y se incentiva a ser tolerante al compartir diferentes espacios e ideologías.