Insisten en retiro de aval a pesca de tiburón | El Nuevo Siglo
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Jueves, 14 de Noviembre de 2019
Redacción Nacional
La Universidad de Los Andes, la Javeriana y la del Rosario proponen acompañar los estudios que se requieran para establecer cuotas de pesca responsables

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“Las especies listadas en la resolución 350 de 2019 del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, con especial énfasis en tiburones” implican cuotas que “van en contra de las tendencias nacionales e internacionales sobre la conservación y la sostenibilidad de los ecosistemas pelágicos”.

Así lo manifestaron ayer, a través de un comunicado, las universidades de Los Andes, Javeriana y del Rosario, a propósito de la resolución en la que se establecen las cuotas globales de pesca de las diferentes especies bajo aprovechamiento para 2020.

“Aunque entendemos que estas medidas se justifican por la captura incidental de los tiburones, incluyendo especies listadas como amenazadas, varios aspectos son de particular preocupación para nuestra comunidad académica y científica”, puntualizaron las universidades.

Asimismo expresaron que “para nosotros, como universidades al servicio del país, es fundamental que se determinen cuotas de pesquerías en Colombia como una medida importante para el manejo de este valioso y necesario recurso. Estas cuotas deberían estar definidas de acuerdo con la estabilidad y salud poblacional de las diferentes especies en los mares colombianos. Para esto, resulta fundamental contar con estudios sistemáticos para entender, al menos en el mediano plazo, la abundancia y la reproducción de las diferentes especies”.

“En este contexto”, anotaron, “de manera respetuosa y conforme a nuestro rol de universidades con reconocimiento de la comunidad científica, queremos poner a disposición del Gobierno los equipos de trabajo de nuestras diferentes instituciones para realizar acompañamientos a los estudios que se requieran para establecer cuotas de pesca responsables. El país cuenta con profesionales con capacidades en técnicas que permitirán hacer la investigación requerida y se tienen las herramientas metodológicas para ayudar al gobierno a tomar las decisiones informadas en el manejo responsable de estos recursos”.

Serias dudas académicas

Por primera vez, dentro de la resolución que establece las cuotas de pesca de distintas especies, el Gobierno incluyó a las aletas de tiburón para su aprovechamiento en 2020.

Un informe de Los Andes recordó que a través de la resolución 350 de 2019 del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural se establecieron las cuotas de pesquería en Colombia. Para el recurso tiburón se estableció que para la pesca artesanal es posible aprovechar 350 toneladas de tiburón en el océano Pacífico y 125 toneladas en el mar Caribe, cuotas que se han mantenido exactamente igual desde 2012, siempre que sean capturas incidentales. Sin embargo, por primera vez, la resolución incluyó específicamente a las aletas de tiburón: 9,9 toneladas en el Pacífico y 5,2 en el Caribe, decisión cuestionada por las tres universidades.

Si bien es cierto que el Gobierno aseguró que el aleteo sigue prohibido en el país, una de las dudas surgidas tras la publicación de la resolución, los académicos tienen serias dudas sobre la forma como se calcularon las cuotas, cómo fueron establecidas, su alcance, impacto y las medidas de control a implementar. Esta es la razón del comunicado emitido ayer.

La cuota de aletas

“Existe un mercado legal que es Hong Kong. Allí llegan todas las aletas del mundo para ser distribuidas a otros mercados”, recordó la profesora Susana Caballero, del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de los Andes. Para su comercialización, las aletas deben cumplir con una serie de requisitos. Sin embargo, ya se conoce que para el mercado ilegal algunas embarcaciones trasbordan la carga de aletas en aguas internacionales, evitando tocar puerto y con ello los controles oficiales.

Separar la cuota de aletas de la de tiburones genera confusiones y suspicacias. Para Caballero, puede ser interpretada más como una meta de venta, posición que comparte Juan Armando Sánchez, director del Laboratorio de Biología Molecular Marina (Biommar) de los Andes e integrante de la Comisión de Sabios establecida por el Gobierno: “¿Será que se quiere eventualmente hacer un comercio de las aletas? Eso no lo dice ahí, pero se presta para esas interpretaciones”.

Es importante tener en cuenta que la comercialización de la carne de tiburón es muy pequeña debido a su baja calidad ya que se pudre con facilidad, por lo cual su consumo se presenta en algunas regiones del país, aunque no se conoce con claridad en dónde.

La resolución tampoco menciona cómo se va a realizar el control y seguimiento de las aletas de tiburón. “Se habla de cuotas de aletas de tiburón por primera vez en Colombia, entonces uno esperaría que la autoridad ambiental decomise o monopolice esas capturas, pero de eso no se habla”, comentó Sánchez.

El informe de los Andes, que se reseña aquí, se pregunta: ¿Cómo distinguir los tiburones pescados de manera incidental? ¿Y si, por el contrario, los pescadores se enfocan en ellos por el lucrativo negocio de las aletas y los hacen pasar por pesca incidental? ¿Cuáles mecanismos de control va a implementar el Gobierno? ¿Se autoriza la comercialización de aletas? “No quisiéramos ver una cuota de aletas si no se sabe exactamente cómo se va a realizar su seguimiento”, sentenció Caballero.

Ausencia de estudios

Los tiburones son las especies del tope de la cadena alimenticia, son los que controlan a los peces intermedios, quienes, a su vez, controlan a las especies más pequeñas. Si se reduce su población, se incrementa la cantidad de otras especies y se pone en riesgo el equilibrio del ecosistema pelágico.

En Colombia, “tenemos una gran diversidad de tiburones tanto en el Pacífico como en el Caribe, pero sabemos muy poco de algunas poquitas especies, no sabemos casi de la gran mayoría”, recordó Caballero, quien se ha dedicado a investigar la aplicación de técnicas moleculares en genética para tener más información que ayude a implementar programas de manejo y conservación de diversas especies acuáticas, entre ellas los tiburones.

Desde 2011, el documento técnico de la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap) recomienda "con urgencia hacer un estudio detallado sobre el estado del recurso dirigido a especies clave de este grupo, con fines de manejo que incluyan zonas estratégicas de reproducción y crecimiento. Se requiere la implementación de medidas que incluyan las diferentes pesquerías que acceden a la especie (arrastre, anzuelo, malla) tanto a nivel industrial como artesanal”.

De manera textual se ha copiado la advertencia a través de los documentos técnicos desde 2011 sin que se realicen los estudios. “No se han priorizado dentro de los planes de investigación y tampoco lo ha priorizado la Unap, por lo que nunca hay fondos para hacer este tipo de estudios”, precisó Caballero.