Los datos comparativos extraídos por los satélites que observan la Tierra demuestran que están aumentando las cantidades de metano y dióxido de carbono presentes en nuestra atmósfera; ello implica un aumento constante de la temperatura media del planeta, dado que estos gases actúan como una manta, y nos pone en un riesgo mayor. Es conocido que si la tierra aumenta 2 grados su temperatura promedio, las posibilidades de supervivencia del género humano prácticamente desaparecen.
Dentro de la comunidad científica es conocido el hecho de que hasta 2007 los niveles de emisiones fueron constantes, en cuanto hace a metano y dióxido de carbono, sin embargo la lectura de los satélites Envisat de la ESA y GoSat de Japón nos muestran que la cantidad de metano presente en la atmósfera se ha incrementado a partir del año 2008 a un ritmo del 0,3 % cada año; por su parte, los niveles de dióxido de carbono han aumentado alrededor de un 0,5 % al año. Es un dato muy preocupante si se tiene en cuenta que en el mundo entero hay una presión por disminuir las emisiones globales.
Es muy probable que el metano provenga de los hatos ganaderos y de los rebaños de ovejas, así como de las grandes plantaciones de arroz, banano y café; en cuanto al dióxido de carbono, probablemente es un efecto colateral del uso de combustibles fósiles por parte del hombre. Vigilar la situación es importante, ya que, sin datos precisos, sería difícil reducir las cantidades de gases de efecto invernadero. Por otra parte, las plantas absorben cerca del 25% del dióxido de carbono que se produce en el planeta, pero también estamos acabando con las plantas.
En días pasados, un estudio publicado por la revista “Nature Communications”, indica que un grupo de investigadores australianos ha conseguido convertir de forma eficiente el dióxido de carbono (CO2) de los gases de efecto invernadero en partículas sólidas de carbono para poder así eliminarlos de la atmósfera; reveló un estudio publicado en la revista Nature Communications. La revista manifiesta que la investigación, liderada por la Universidad RMIT de Melbourne (Australia), ha desarrollado una nueva técnica que permite que la conversión se haga de forma completamente eficiente; para ello, los científicos han utilizado metales líquidos que permiten convertir el dióxido de carbono en carbón sólido, en lo que han considerado un avance de importancia mundial, porque elimina de manera segura y permanente los gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global.
Hasta ahora las tecnologías para captar y almacenar el carbono se centraban en comprimir el CO2 en una forma líquida, transportarlo a un sitio adecuado e inyectarlo bajo tierra, una técnica que se ha visto amenazada por la viabilidad económica y las preocupaciones ambientales sobre posibles fugas en los sitios de almacenamiento.
“El investigador del RMIT, el doctor Torben Daeneke, afirmó que convertir el CO2 en un sólido puede ser un enfoque más sostenible al utilizado hasta ahora, ya que este gas solo se podía pasar a sólido a temperaturas extremadamente altas, lo que lo hace industrialmente inviable.”
Entre tanto, en Colombia seguimos negando la financiación a las investigaciones de corte ambiental y los laboratorios de las universidades se dedican a mostrar fenómenos conocidos, pero sin buscar nuevos desarrollos que servirían sin lugar a dudas para mejorar nuestra expectativa de vida en el planeta.
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