El que los humanos se unan a las máquinas es algo que hemos visto en muchas películas de ciencia ficción, e incluso videojuegos como 'Deus Ex'. Desde hace años existe un debate sobre cómo esto puede aumentar nuestras capacidades tanto físicas como cognitivas, y ya en la actualidad vemos los primeros esbozos de esta tecnología: los exoesqueletos o miembros funcionales impresos en 3D.

De momento, las compañías se han enfocado en potenciar la parte física, o ayudar a quienes tienen ciertas discapacidades, pero ¿qué pasa con la inteligencia? Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, tiene en mente desde hace tiempo que seamos capaces de "establecer una simbiosis" con las máquinas, y tal parece que el objetivo se lo está tomando muy en serio.

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Mejorar nuestra "inteligencia biológica"

Imagen de referencia.

Muchos consideran que en un futuro nuestra supervivencia dependerá de fusionarnos con las máquinas y pasar a ser especies de "cyborgs". Musk ha demostrado mucho interés en las habilidades cognitivas y quiere que aprovechemos la inteligencia artificial, ya que esta "a medida que los algoritmos y el hardware mejoren, la inteligencia digital superará a la inteligencia biológica por un amplio margen, eso es obvio".

Por ello, Musk tiene a 85 ingenieros trabajando en la construcción de un disco duro para el cerebro humano, además de una interfaz para interactuar con el mismo, a fin de lograr una "democratización de la inteligencia, de tal manera que no sea sostenida monopolísticamente en forma puramente digital por los gobiernos y grandes corporaciones".

Musk quiere trabajar en una especie de chip con "un montón de diminutos cables", los cuales serán insertados en los cráneos de las personas a fin de ofrecer un nivel cognitivo complementario. "Creo que esto puede hacerse... Probablemente dentro de una década", afirmó.

El empresario aterrizó su propuesta al escenario actual: los ordenadores y teléfonos inteligentes pueden complementar de cierta forma nuestra habilidad cognitiva, gracias a toda la información que podemos manejar a través de ellos.

Sin embargo, su propuesta no ha caído bien en muchos sectores, a los cuales ha tachado de "niños en el patio de recreo" por no debatir la posibilidad de que, de no hacer algo, la inteligencia artificial podría destruirnos en un futuro, como bien advirtió el fallecido profesor Stephen Hawking. "Mi fe en la humanidad se ha visto un poco sacudida este año. Pero todavía soy pro-humanidad", manifestó Musk.

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Además, habló sobre el uso que el mismo hombre le puede dar a la inteligencia artificial, recordando que ya puede ser empleada como un arma para atacar a la propia humanidad. Tomó como ejemplo la posibilidad de hacer enjambres de drones asesinos, o de una proliferación masiva de 'fake news'.

Finalmente, consideró que los Gobiernos están perdiendo la guerra para controlar la inteligencia artificial.

"La forma en que se implementa la regulación es lenta y lineal. Y nos enfrentamos a una amenaza exponencial. Si respondes linealmente a una amenaza exponencial, es bastante es probable que la amenaza exponencial gane".