En el Huila crean la ruta del caimán del Magdalena | El Nuevo Siglo
Foto cortesía CAM
Jueves, 4 de Abril de 2019
Redacción Nacional

Con la creación de este corredor ambiental se da inicio a una nueva fase del proceso de conservación, que busca la consolidación de un sendero ecoturístico que permita difundir la importancia de la especie en peligro de extinción.

Un equipo integrado por biólogos, zootecnistas e ingenieros ambientales de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, CAM, de la mano de la comunidad del desierto de la Tatacoa en el Huila, realizaron la primera travesía por el río Cabrera, en jurisdicción del municipio de Villavieja, con el fin de identificar el hábitat del caimán del Magdalena (Crocodylus acutus).

El propósito es crear una ruta de avistamientos de esta especie, teniendo en cuenta las playas que se identificaron, en la que los caimanes descansan y se alimentan; así como los puntos que se han caracterizado como zonas de anidación de esta especie en peligro de extinción.

Esta iniciativa hace parte de un proceso de origen comunitario, en el que comunidades aledañas a las zonas en las que hace presencia el cocodrilo, se unieron para conformar el Grupo de Monitoreo Comunitario Asoprocaiman, con el objetivo de conservar esta especie amenazada, realizar seguimiento de nidos, cuidado y registro de neonatos y adelantar un proceso de sensibilización constante para que las comunidades de otras áreas apoyen el proceso de preservación del caimán del Magdalena.

“Este proceso se inició en el año 2014, cuando, tras 30 años sin registros de la especie en el departamento del Huila, se reportó la presencia de crías de Crocodylus acutus, en el Distrito Regional de Manejo Integrado-DRMI La Tatacoa”, destacó Carlos Alberto Cuéllar Medina, director de la CAM.

Recorrido

Para el desarrollo de la jornada, el equipo de la CAM y la comunidad realizaron recorridos en balsa a lo largo de 18 kilómetros por el rio Cabrera, donde identificaron las áreas de postura, anidación y eclosión de neonatos.

Cuando se identifican los nidos, estos son medidos y pesados para su monitoreo, siguiendo los protocolos y metodologías definidos. Así mismo, al eclosionar, las crías son contadas y se sistematiza la información de tamaño y peso.

“Durante la travesía, se encontraron un gran número de huellas dejadas en la arena, cuando los cocodrilos reposan para tomar el sol, dada su característica ectotérmica, es decir su necesidad de tomar el sol para regular su temperatura y obtener energía. De acuerdo a los estudios realizados, existen por lo menos 23 individuos adultos que habitan y desarrollan su ciclo de vida en el área identificada como la Ruta del Caimán en el DRMI La Tatacoa”, explicó Katherine Arenas Rodríguez, bióloga de la CAM.

Con la identificación de la Ruta del Caimán, se da inicio a una nueva fase del proceso de conservación, que busca la consolidación de un sendero ecoturístico que permita difundir la importancia de la especie y la labor comunitaria que desarrollan los pobladores de La Tatacoa, y en especial el grupo de Monitoreo Asoprocaiman, para preservar el rio Cabrera como hábitat propicio para la supervivencia de la especie.

Importancia de la especie

La presencia del caimán del Magdalena favorece la actividad pesquera y la salud de los cuerpos de agua, debido a que se alimentan de animales enfermos y defectuosos que podrían afectar las poblaciones sanas. Adicionalmente, estudios confirman que sus excrementos contienen aminoácido que contribuyen al abonamiento de las aguas, para el crecimiento y mantenimiento del plancton y las cadenas tróficas.

Colombia es el país con mayor diversidad de crocodilidos del mundo con 6 especies (4 de caimanes y 2 de cocodrilos). La razón de ésta diversidad se debe, a la gran cantidad de humedales, ríos, ciénagas y en general a la estratificación de climas y condiciones propicias que ofrece la geografía colombiana para el éxito y concurrencia de los especímenes del Orden y a la capacidad intrínseca de adaptación que poseen la mayoría de ellas.

El caimán del Magdalena es uno de los cocodrilos reales que existen en el país, se caracteriza por la forma alargada de su hocico, lo que le da su nombre de caimán aguja. Los adultos presentan un color verde-grisáceo o café grisáceo con franjas oscuras sobre el dorso y la cola, y su abdomen es blanco- amarillento. Los ejemplares de la especie son relativamente grandes, ya que los machos pueden alcanzar longitudes totales de 7 metros y las hembras una longitud de 4 metros. Se encuentra en peligro de extinción dado que su piel fue objeto de comercio desde el siglo pasado; siendo sometido a la sobreexplotacion y conllevando a la reducción de su especie.