Durante mucho tiempo y a través de diversos medios de comunicación se ha escuchado, visto o leído que un gran número de alimentos que se comercializan en empaques contienen conservantes, colorantes y saborizantes.
Sin embargo, aún existe desconocimiento sobre este tipo de conservantes y su origen. Muchos de los alimentos que se consumen diariamente contienen la etiqueta: libres de conservantes, o de colorantes y saborizantes artificiales; pero, lo que se desconoce, es que muchos de estos elementos pueden ser naturales.
Lina María Valencia, nutricionista dietista de la Universidad Javeriana y Fundadora de Nutrición en Movimiento, explica detalladamente el papel de los conservantes, saborizantes y colorantes y cómo los alimentos que consumimos diariamente como las salsas, pueden incluirlos de una manera natural. Así mismo, Valencia recalca que estos componentes son fundamentales para tener una buena salud:
Conservantes:
Estos son indispensables para mantener los alimentos en buen estado, ya que tienen ciertas características que los hacen susceptibles al ataque de microorganismos. Para garantizar que no existan riesgos durante su vida útil y además extenderla, existen métodos con aditivos como conservantes naturales y/o artificiales.
¿Conservantes naturales? Productos como vinagre, sal, cebolla, romero y el aceite suelen ser los mejores conservantes para los alimentos ya que entre sus funciones ayudan a retrasar el deterioro de los alimentos. Por su parte, los artificiales son aquellos que se obtienen de procesos sintéticos como el Benzoato de sodio y/o Sorbato de potasio.
“Gracias a tratamientos térmicos que permiten eliminar cualquier riesgo microbiológico con altas temperaturas y el alto contenido de aceite en salsas como la mayonesa, se logra tener una vida útil más larga para algunos alimentos ya que los microrganismos no pueden crecer en medios oleosos”, subraya Valencia.
Saborizantes:
Como su nombre lo indica, son productos que se añaden a los alimentos para resaltar ciertas notas y/o intensificar el sabor y aroma. Al igual que los conservantes también pueden ser naturales o artificiales.
Los saborizantes naturales si existen y se obtienen por procedimientos físicos, microbiológicos o enzimáticos a partir de materias primas de origen vegetal o animal.
“En las etiquetas de los productos se debe declarar el origen de los sabores. En el caso de las salsas, al tener sabores naturales como el tomate, semillas de mostaza entre otros, se pueden obtener saborizantes 100% naturales. Así mismo, puede darse el caso que se especifique en un producto, por ejemplo, “Sabor natural Pizza” que, a pesar de no encontrarse pizzas en la naturaleza, se pueden mezclar varios sabores naturales para lograr sabores deseados.” Afirma Lina Valencia.
Colorantes:
¿Cómo es posible lograr un colorante natural para los alimentos? Los colorantes naturales son de origen animal o vegetal, como por ejemplo el licopeno (Rojo del tomate), la clorofila (de vegetales verdes), betanina (de la remolacha) y betacaroteno (de vegetales naranjas como la zanahoria), entre otros, los cuales les dan a los alimentos los colores deseados.
“Además de actuar como colorantes, son potentes antioxidantes cuyos beneficios han sido demostrados científicamente por tener un efecto protector contra enfermedades como el cáncer y otras enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, cardiovasculares, entre otras.”, agrega Valencia.
Actualmente la industria de alimentos se encuentra haciendo grandes esfuerzos para incorporar en porcentajes cada vez más altos, ingredientes naturales en beneficio de la salud de los consumidores, brindándoles opciones saludables sin necesidad de tener que hacer cambios drásticos en sus dietas y dejar de comer lo que más les gusta.