Las acciones de control y vigilancia de la fauna silvestre adquieren mayor importancia en la gestión ambiental de las CAR y un mayor reconocimiento de la sociedad en general. En lo que va corrido del año, alrededor de 10 mil especies de fauna silvestre han ingresado a los Centros de Atención y Valoración de Fauna Silvestre -CAV de todo el país, según registros de las Corporaciones Autónomas Regionales.
Las acciones de control y sensibilización adelantadas frente al tráfico y tenencia ilegal de fauna, han dado como resultado el decomiso o entrega voluntaria de especies silvestres, de las cuales, el 54% de los animales son devueltos a su hábitat natural.
La tortuga morrocoy, el loro real amazónico y las iguanas son las especies que más han ingresado a los centros de atención y valoración de fauna silvestre.
En cuanto a la mayor consciencia de la ciudadanía, el panorama va en mejora, ya que de las especies que ingresan a los CAV, manejados por las CAR, el 44% corresponde a entregas voluntarias, el 30% a rescates y el 24% a decomisos o incautaciones que en su mayoría se originan en alianza con la Policía.
¿Para qué sirven los CAV?
Los CAV funcionan en cumplimiento de la Resolución de 2064 de 2010 del Ministerio de Ambiente que reglamenta las medidas posteriores a la aprehensión preventiva, restitución o decomiso de especímenes de especie silvestres de Fauna y Flora Terrestre y Acuática, y la Ley 1333 del 2009 que establece el procedimiento sancionatorio ambiental y estipula que la Autoridad Ambiental debe contar tanto con la infraestructura necesaria como los implementos y personal idóneo para dar manejo integral a las especies de fauna silvestre post decomiso.
Y así lo vienen cumpliendo, de acuerdo a su capacidad institucional. Las CAR cuentan con CAV propios, hogares de paso y centros de rehabilitación donde se propicia el manejo integral con consulta, evaluación clínica, examen físico, evaluación comportamental, diagnóstico diferencial y pronóstico, exámenes de laboratorio, tratamiento médico veterinario, cuarentena, alimentación, nutrición, rehabilitación y liberación a su ambiente natural. Por ejemplo, la CAM en el Huila, que cuenta con un área de recepción clínica, área de cuarentena, área de mantenimiento y área de necropsia.
Otro ejemplo es el de Codechocó, que cuenta con un Piloto Comunitario de Manejo de Fauna Silvestre “Centro de paso para el regreso a su hábitat”, resultado de un convenio con la Asociación Siembra Futuro, siendo la primera experiencia piloto en el manejo y atención de fauna silvestre con participación comunitaria.
En la Costa Caribe Corpocesar cuenta con el CAV de Fauna y Flora Silvestres Cavffs, liderando en la región caribe la atención clínica y biológica para lograr la rehabilitación y posterior reintroducción de animales al medio natural.
En el Valle gracias al convenio ‘Ambiente con Altura', entre la CVC y la Fuerza Aérea Colombiana se ha logrado que cerca de 400 animales entre boas, primates, tigrillos, loros, guacamayas y tortugas regresaran a sus hábitats. Desde el 2015 se han llevado a cabo tres operaciones ‘Regreso a la Libertad’ en las que animales víctimas del tráfico de fauna, luego de ser recuperados y rehabilitados en el CAV, fueron llevados en aeronaves de la Fuerza Aérea colombiana a sus hogares en Caquetá, Cesar, Bolívar y Atlántico. Todos llegaron sanos y salvos.
Terrestres y marinas
Las corporaciones marino-costeras tienen una responsabilidad aún más grande frente al cuidado de la fauna. Por ejemplo, Corpamag cuenta con dos CAV, uno para la atención y valoración de especies silvestres terrestres y otro para especies marinas, este último en alianza con el Acuario Museo del Mar del Rodadero para la atención de animales marinos. Allí se realizó la rehabilitación exitosa de 4 defines que fueron reintroducidos al medio natural.
Una vez el animal cumple con el protocolo de atención para regresar a la libertad, la corporación define zonas acordes con su hábitat especialmente en áreas protegidas, para que logren desarrollarse naturalmente en su ecosistema, sin perjudicar a otras especies. Corpoguavio y CRC han demostrado casos éxitos de liberación de la totalidad de las especies que han ingresado. Por su parte, Coralina mantiene bajo custodia un cocodrilo americano, el cual se trasladará luego de surtir un trámite, para ser liberado en su hábitat natural.
Los animales que no pueden regresar a su hábitat natural se encuentran muy humanizados y no es posible recuperar sus instintos naturales o han sido vacunados por desconocimiento. Por ello, la Resolución 2064 de 2010 establece otras figuras denominadas Reubicación, entre las cuales existen más de 14 que incluyen: Zoológicos, Acuarios, Red de Amigos de la Fauna Silvestre, Zoocriaderos con fines de repoblamiento, Centros de investigación, liberación en semicautiverio, tenedores de fauna silvestre, entro otras.
En Cortolima adelantan reubicaciones con fines investigativos con la Universidad del Tolima y en alianza con otras CAR como Corpomojana y la CAR de Cundinamarca y con zoológicos como el de Santa fe en Medellín. De igual forma, Corpoguajira adelanta la gestión para trasladar a 2 tigrillos a la ciudad de Barranquilla.
Más acciones
• Operativos de control y vigilancia en las áreas protegidas y de mayor presencia de especies de fauna silvestre.
• Reuniones y capacitaciones con líderes comunitarios.
• Estudios de monitoreo de las poblaciones de especies nativas y de la jurisdicción.
• Planes de Manejo y conservación a fin de ejecutar medidas de recuperación de estas poblaciones y sus hábitats.
• Alianzas interinstitucionales con entidades públicas y el sector privado, la articulación de estrategias o alianzas que garanticen la operación del CAV.
• Monitoreo de fauna y flora amenazada o vulnerable en áreas estratégicas.
En el marco de las políticas, normas y reglamentos que expide el Ministerio, las acciones de control y vigilancia de nuestra fauna silvestre se mantienen por parte de las CAR, generando así mayor reconocimiento de la sociedad en general.
Es por ello en Medellín se realiza hoy el Encuentro Nacional sobre tratamiento de fauna silvestre, el cual tiene como objetivo socializar experiencias en la atención de fauna silvestre procedentes de tráfico ilegal, con énfasis en las infraestructuras de atención con las que se cuenta en el país como los hogares de paso, centros de atención y valoración y centros de atención, valoración y rehabilitación.