La Veeduría hizo ocho recomendaciones sobre cómo deberá la próxima administración concretar una agenda de adaptación al cambio climático en Bogotá
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Bogotá es la ciudad con mayor riesgo del país en el Índice Multidimensional de Vulnerabilidad y Riesgo a razón del cambio climático. Por ello, la Veeduría emitió ayer ocho recomendaciones para que la próxima administración le preste atención a la forma en la que se deben manejar las emisiones, la calidad del aire, el cuidado de los Cerros Orientales, el manejo de residuos y la energía renovable.
Tomar medidas es imperativo, ya que Bogotá es la ciudad más frágil frente al cambio climático y la disponibilidad suficiente y estable de alimentos, y así mismo junto a la disponibilidad del recurso hídrico, deben ser prioritarios para el Distrito al presentar valores considerados de muy alto riesgo.
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Urgente reducción de emisiones de CO2
El 45% de las emisiones de CO2 en Bogotá son generadas por el transporte de carga y de pasajeros de transporte público. Por ello, de acuerdo con la Veeduría el compromiso de la próxima administración debe enmarcarse en la reducción de emisiones de este tipo de fuentes de contaminación por medio de la adopción de tecnologías más limpias, y el aprovechamiento de alternativas de interconexión para el transporte de carga.
En este sentido se deben contemplar los Centros de Intercambio Modal, y un plan concreto para la adopción de tecnología eléctrica en todo el SITP Zonal en cumplimiento del Acuerdo 732 de 2018. Por último, es recomendación del ente de control, que Bogotá estimule los modos de transporte no motorizados como la bicicleta.
Regulaciones ambientales más exigentes
El material particulado es considerado como uno de los contaminantes del aire más perjudiciales para la salud de las personas. Aunque Bogotá ha reducido las concentraciones medias de este contaminante y cumple con los niveles exigidos por la norma nacional, los niveles de concentración son superiores a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por ello, la administración debe adoptar regulaciones ambientales más exigentes.
Tarea por concretar
Actualmente no existe una normativa nacional que establezca la periodicidad para el desarrollo de inventarios de emisiones de contaminantes con los que se puede determinar la afectación de las fuentes móviles (transporte) y las fuentes fijas (industria).
La próxima administración debe comprometerse con una actualización simultánea de al menos cada dos años para estos inventarios, con el fin de contar con información periódica y de calidad que sirva de insumo para el establecimiento de medidas preventivas oportunas.
Medidas definitivas
En junio de 2017 se derogaron tres medidas del Plan Decenal de Descontaminación del Aire de Bogotá de 2011, relacionadas con el uso de sistemas de control de emisiones en vehículos de transporte de carga, motocicletas y vehículos que ingresan al SITP.
Dos de las medidas derogadas proponían la instalación de catalizadores en motocicletas y vehículos de transporte de carga que circulan por Bogotá. La falta de adopción de medidas definitivas en reemplazo de las derogadas, limita el accionar de la Administración Distrital en el propósito de reducir las emisiones de las principales fuentes de contaminación del aire de la ciudad.
Deforestación y ocupación ilegal
La Reserva Forestal Protectora del Bosque Oriental de Bogotá, considerada como uno de los baluartes ambientales de la ciudad, se encuentra amenazada por las crecientes ocupaciones informales de los Cerros Orientales. La ciudad debe vigilar y controlar de forma efectiva el desarrollo de ocupaciones informales en zonas de reserva forestal y diseñar e implementar un sistema de información para hacer un seguimiento oportuno.
Aprovechamiento de escombros
Las toneladas de residuos dispuestos en el Relleno Sanitario Doña Juana en 2018 se incrementaron en 38 mil con relación al año anterior. Adicionalmente, 230 mil toneladas de escombros contaminados llegaron al mismo en este mismo periodo, lo que representa un crecimiento del 9%. Se estima que solo el 25% de los residuos sólidos generados en 2018 fueron aprovechados en Bogotá. La próxima administración debe implementar una estrategia integral de manejo de residuos sólidos y un plan para el aprovechamiento de escombros en las obras de infraestructura que se adelantarán en la ciudad.
Corresponsabilidad ciudadana
El Plan Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático para Bogotá 2018-2030 incorporó en sus objetivos el fortalecimiento del conocimiento del cambio climático y sus efectos. Sin embargo, si bien se incluyeron metas e indicadores relacionados con la producción de documentos científicos y la caracterización de escenarios de riesgo, no se encuentran metas que den cuenta de la generación de conciencia colectiva. Un reto de ciudad es establecer instrumentos que permitan hacer seguimiento a las acciones de corresponsabilidad ciudadana.
Recursos para una ciudad sostenible
En 2018 el consumo promedio de agua potable por usuario en Bogotá aumentó 4% frente a 2017. El aprovechamiento y uso sostenible de todos los recursos es vital para la adaptación al cambio climático, por lo que se requiere incentivar la adopción de nuevas prácticas en las edificaciones de la ciudad desde el diseño, la construcción y la operación, con el fin de reducir el consumo hídrico-energético y promover la energía renovable.