A 10 y 100 m de distancia de la descarga de las aguas residuales en Taganga se detectó la presencia de Beggiatoa, bacteria de color blanco que crea sus colonias en ambientes altamente contaminados.
En dicho corregimiento de Santa Marta las aguas residuales se recogen mediante la red de alcantarillado, y a través de un tubo que va por el fondo del mar (emisario submarino) llegan a la bahía alejados de la costa. Los residuos salen por chorros e impactan la columna de agua y el sedimento.
Francisco Mauricio Toro, profesor del Doctorado Interinstitucional de Ciencias del Mar de la Universidad Nacional (U.N.) Sede Medellín, explica que una “columna de agua es todo lo que va desde el fondo de mar, o sedimento, hasta la superficie libre”.
Para evaluar la dinámica, los investigadores de la Facultad de Minas tomaron muestra de los nutrientes del sedimento en cuatro lugares de Taganga, ubicados a 10, 100, 750 y 1.800 m de distancia de la descarga de las aguas residuales, respectivamente.
En dichos puntos se realizaron varias inmersiones, en las que se enterraron recipientes de acrílico a profundidades de 26-28 m en el fondo marino, en noviembre de 2017 y enero de 2018. Con esas muestras se observó cómo era el intercambio de algunos nutrientes (nitrógeno y fósforo) entre el sedimento y la columna de agua.
“En laboratorios de la Universidad de Parma (Italia), y en compañía del profesor Marco Bartoli, se cuantificó tal intercambio”, relata Diana Marcela Arroyave, estudiante del Doctorado Interinstitucional en Ciencias del Mar e investigadora del proyecto.
Para evaluar el comportamiento de los nutrientes en la columna de agua se tomaron muestras en 10 lugares y se midieron nutrientes, temperatura, oxígeno y salinidad en época de lluvias (junio y noviembre) y seca (agosto y enero).
En esta parte de la investigación, el equipo de trabajo contrastó dos periodos del año que tienen características muy diferentes gracias a la presencia de los vientos alisios por los que se ve afectada la zona en enero.
En este mes entra una gran cantidad de contaminantes a la bahía por el exceso de aguas residuales después de la temporada alta de turismo. Además, gracias a unos vientos específicos, se generan corrientes que riegan los contaminantes de una manera diferente, afirma el profesor Toro, director del proyecto.
Los resultados que se encontraron después de hacer los estudios en el sedimento indican que la influencia del emisario submarino de Santa Marta se detectó a 750 m y 1.800 m del punto de descarga del agua residual.
Con la información recolectada el equipo de investigadores quiere hacer una representación matemática del flujo de nutrientes que ocurre entre la columna de agua y el sedimento, lo que se hará con el modelo Elcom-Caedym desarrollado por la Universidad de Australia Occidental.
Aunque el proyecto aún no termina, Diana Marcela Arroyave sabe que “en Colombia hay muchos problemas de calidad de agua, tanto en áreas costeras como en áreas continentales, lagos y ríos, debidos a la contaminación, por lo que la motivación de continuar con las investigaciones es generar un conocimiento sobre estos procesos” concluye./U.N.