Con el propósito de fomentar el consumo sostenible de plásticos y otros materiales utilizados en envases y embalajes, diversas compañías de los sectores de alimentos, bebidas, comercio e industria manufacturera han emprendido un plan colaborativo de gestión ambiental en varias localidades de Colombia, incluyendo San Andrés y Leticia.

La estrategia principal se basa en la recolección de envases y empaques utilizados en el mercado y posteriormente descartados. Mediante actividades de reciclaje en escuelas y empresas, la instalación de puntos de recolección y otras tácticas de concientización, han logrado recopilar más de 4.800 toneladas de materiales reutilizables, los cuales se reintegran a las cadenas de suministro que promueven la economía circular en este tipo de productos, todo mientras buscan mejorar el diseño ecológico de sus envases.

Es por esto que a este plan colectivo denominado empAtica, se han unido 160 empresas de diversos sectores con el objetivo de cumplir la Resolución 1407 de 2018, la cual establece metas anuales de recuperación de envases y empaques. Como colectivo, se centran en desarrollar estrategias para captar materiales una vez consumidos por el público, y así avanzar hacia un mayor cumplimiento de las metas impuestas.

EmpAtica ha logrado una amplia cobertura en diferentes regiones de Colombia, expandiendo su gestión de recuperación y aprovechamiento de envases y empaques de un solo uso en áreas diversas. Han tenido éxito en San Andrés y Cúcuta, implementando estrategias de educación ambiental, divulgación en medios y plataformas digitales, así como la instalación de puntos de retorno. Además, han impulsado un enfoque integral de la gestión de residuos sólidos en Colombia.

Adicional a esto, hasta la fecha han crecido su captación de envases en cerca del 20% en comparación con 2022 y planea cerrar 2023 con más de 2,500 toneladas captadas y aprovechadas, superando el 124% de las metas de todas las empresas participantes. Esto equivale a un ahorro significativo de recursos naturales.

Desde sus inicios, este proyecto ha mejorado sus estrategias para incrementar las tasas de aprovechamiento de envases y empaques. Han desarrollado planes de canje en escuelas que han involucrado a miles de niños y jóvenes, campañas de reciclaje en áreas residenciales y alianzas con entidades reconocidas. Además, han trabajado con transformadores de residuos que les permiten aprovechar eficazmente los envases y empaques captados.

La gestión de este plan colectivo ha permitido aprovechar un total de 4.799 toneladas de envases y empaques, lo que equivale a un igual a 6 millones de botellas PET de 600 ml.

Este aprovechamiento ha contribuido al ahorro de recursos naturales a través del reciclaje, valorización energética y coprocesamiento de estos materiales.

“Desde Atica somos administradores del plan colectivo, contamos con más de 30 años de experiencia en el mercado de gestión de residuos, esto nos permite tener un respaldo solido en la captación de los envases y empaques, tenemos cobertura en más de 50 municipios y ciudades, nos caracterizamos por ser un grupo empresarial encaminado hacia la economía circular, por eso todo nuestro proceso va encaminado hacia la sostenibilidad. Adicionalmente como plan colectivo nos encontramos avalados por las autoridades ambientales regulatorias en gestión de envases y empaques y Icontec como ente certificador” afirma Mauricio Abondano, gerente de negocios de Atica.

Las empresas vinculadas a este proceso obtienen varios beneficios, incluyendo el aprovechamiento directo de residuos, la reducción de gases de efecto invernadero, la implementación de ecodiseño en envases y empaques, y programas de sensibilización para el consumidor final.

Finalmente, con más de 6 millones de botellas PET equivalentes aprovechadas, empAtica continúa trabajando en su misión de fomentar la gestión sostenible de envases y empaques, y su éxito en la recuperación de materiales es una evidencia de su compromiso con el medio ambiente y la economía circular.

¿Qué son las botellas PET?

De acuerdo con Alcion, el PET (Tereftalato de polietileno) es el material más utilizado para fabricar botellas de plástico, desde que en 1976 empezó a utilizarse como envase de bebidas carbonatadas. Se trata de un material muy resistente, económico y fácilmente reciclable, por lo que, además de ser práctico, es uno de los más respetuosos con el medio ambiente.

Las botellas de PET reciclado son fácilmente reconocibles por su transparencia, ligereza y flexibilidad, y están formadas por un plástico que no altera el olor ni sabor de los alimentos, ni las características de otros productos que albergue.

Las botellas PET son envases plásticos que, tras su uso, pueden ser depositados en los contenedores habilitados para ello, de forma que se pueda proceder a su reciclado.

Identificar las botellas PET es muy sencillo, solo hay que encontrar el símbolo que las clasifica, un triángulo de Möbius con tres flechas que representan los tres pasos del proceso de reciclaje y un número 1 en su interior. Siempre que encontremos este símbolo en el envase podremos cerciorarnos de que se trata de plástico reciclable y, más concretamente, de una botella PET.