La crisis de los lecheros solo parece acentuarse con el tiempo. La sobreoferta de leche, las importaciones o el incremento en el precio de los insumos son apenas algunos de los numerosos problemas con los que deben lidiar.
Hoy en día, muchos aseguran que encuentran alivio en el pago que hoy reciben por su producto y están dispuestos a abandonar el negocio por la baja rentabilidad y no parece que vaya a mejorar en el largo plazo.
Aunque la cartera agropecuaria decretó el aumento del 7% efectivo a partir del 1 de marzo de este año, la gran mayoría de ganaderos, en especial los pequeños y medianos, no sintieron el incremento.
Según los productores, aunque el alza fue respetada por las pasteurizadoras, no contribuyó al margen de utilidad porque los precios de muchos insumos, como los concentrados y los medicamentos, subieron mucho más.
Trucos de industriales
Jorge Alejandro Peláez Vieira, presidente de la junta directiva de la Asociación de Ganaderos del San Jorge, Asogan, aseguró que las empresas hicieron el incremento al pago, pero luego de haberlo reducido en las primeras quincenas del año.
“Lo que hicieron los industriales fue que antes de salir el decreto, bajaron la leche. Cuando salió la norma que decía que había que subirla, le colocaron el precio que tenía antes”, precisó.
Clemencia Solano, ganadera de la sabana de Bogotá, coincidió con Peláez en que el alza se hizo luego de una reducción efectuada a comienzos de año e incluso dijo que empresas acopiadoras más pequeñas habían hecho lo mismo.
“Por ejemplo, en enero teníamos el litro a $1.100 y lo bajaron a $1.050. En marzo, lo ajustaron los $70 y quedó en $1.120. O sea que en realidad le subieron $20. Lo mismo hicieron la mayoría de pasteurizadoras, que en diciembre y enero bajaron, y con el decreto lo subieron y quedó con el precio de antes”, precisó.
Por el contrario, para Horacio Cardona, productor en el Valle del Cauca, le acaban de anunciar una disminución en el pago para las próximas quincenas.
“A mí no me subieron sino que hace 3 días nos avisaron que le bajaron $50 por litro a partir del 1 de septiembre. Nos dicen que hay mucha leche, que no pueden colocar la leche en el supermercado”, señaló.
La situación es tan crítica que el ganadero aseguró que llevan 4 años en pérdidas y que está pensando en rebajar la intensidad de la producción, pues se hace insostenible con el precio que recibe actualmente.
En efecto, los esfuerzos y las inversiones para obtener una mayor cantidad de litros no son recompensados en la colilla de pago, por lo cual está convencido que tendrá que abandonar el negocio en algún momento.
De acuerdo a la Unidad de Seguimiento de Precios de la Leche del Minagricultura, el precio promedio nacional subió $34 entre enero y abril (apenas 3%), pero en junio bajó a $22, es decir, $1.039.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que en la región 2 (zonas como región Caribe y Orinoquía), el precio promedio es $973, apenas $10 más que en enero, y en la región 1 (las cuencas lecheras como Antioquia y el Altiplano cundiboyacense) está en $1.057, $20 más que en el primer mes del año.
Como lo sostuvo Cardona, la crisis lechera no es un hecho coyuntural que ocurre únicamente en épocas de sobreoferta, sino que se trata de una situación constante que se agravará debido a los TLC y a medidas como el precio de exportación que el Gobierno quiere imponer a la fuerza.
Por su parte, el presidente de la junta directiva de la Asociación de Ganaderos del San Jorge, Asogan, exigió un cambio en la norma para el pago de leche, pues según él, “los industriales son los que determinan el precio de la leche”.
Aunque la cartera agropecuaria decretó el aumento del 7% efectivo los pequeños y medianos productores de leche no sintieron el incremento./ENS
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