La naciente Alianza del Pacífico, más que un acuerdo de libre comercio, es una iniciativa de integración regional que involucra intercambio de bienes, servicios, inversiones, infraestructura y personas, manifestó ayer el presidente chileno Sebastián Piñera.
Piñera y sus pares de Perú (Ollanta Humala), Colombia (Juan Manuel Santos) y México (Felipe Calderón) firmaron el acuerdo marco que da vida a la Alianza del Pacífico, una iniciativa de integración profunda para potenciar su comercio con la región Asia Pacífico.
La cita fue en las dependencias del Observatorio de Cerro Paranal, en pleno desierto de Atacama (norte de Chile), que alberga al telescopio óptico más potente del planeta, con la asistencia de representantes de Costa Rica y Panamá, en calidad de observadores.
“Los cuatro países que integramos la Alianza del Pacífico, uniendo nuestras fuerzas también potenciamos nuestras capacidades. Esto es mucho más que un simple acuerdo de libre comercio, es un acuerdo de integración profunda y amplia que involucra el intercambio de bienes, de servicios, de inversiones, de personas, que al mismo tiempo tiene una proyección y un compromiso hacia la integración física, la infraestructura, la integración energética”, indicó Piñera.
"Hoy día en las alturas de Paranal, en el desierto más seco del mundo, con los cielos más transparentes, estamos firmando el acta que da nacimiento oficial a la Alianza del Pacífico", anunció Piñera.
Santos afirmó que la Alianza del Pacífico es el proceso de integración más importante de América Latina. “Algo que yo quisiera destacar: la rapidez y la facilidad como creamos este proceso de integración, que yo no dudaría en señalar como el proceso de integración más importante que ha hecho América Latina”, aseguró durante la apertura de la IV Cumbre de la Alianza del Pacífico, en la ciudad chilena de Antofagasta.
Explicó que esa Alianza se generó de esta manera porque las naciones que la conforman poseen objetivos comunes de prosperidad para sus pueblos.
“Evolucionó muy rápidamente porque nos unen una serie de principios, una serie de objetivos, y eso facilitó enormemente que fuéramos avanzando y que hoy estemos aquí protocolizando ya formalmente la creación de la Alianza del Pacífico”, sostuvo Santos.
Señaló además que esta asociación no es contra nadie, sino a favor de los países que la conforman.
El nuevo bloque de países se concretó a poco más de un año que se acordara su constitución en la ciudad de Lima, en abril de 2011, conformando un mercado que agrupa a 215 millones de consumidores y con un Producto Interno Bruto (PIB) de casi 2 billones de dólares, equivalente a más de 50% de las exportaciones de América Latina.
Sumadas sus cuatro economías, podría constituirse en la novena economía más grande del mundo, mientras que en términos de comercio total constituiría la 16 del mundo, según dijeron en la ceremonia oficial.
Sus objetivos son ambiciosos. En materia de comercio, destacó en su exposición el presidente Calderón, la Alianza del Pacífico tiene casi el doble de las exportaciones del Mercado Común del Sur (que integran Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), pese a ser menor en el tamaño de su población y economías.
"El potencial económico de la Alianza del Pacífico es notable", dijo Calderón, resaltando asimismo que agrupa a varias de las economías que están registrando ahora el mayor crecimiento en América Latina, como Perú y Chile.
Para Humala, la Alianza del Pacífico “es un espacio no confrontacional ni ideológico, abierto, que no busca ser oposición a otros espacios de integración”, como la Comunidad Andina y la Unión Sudamericana (Unasur).
Durante la reunión de apertura, Costa Rica, que participa ahora como observador, pidió su ingreso formal al bloque. Piñera explicó que este país podría ingresar una vez que concluya la negociación de un Tratado de Libre Comercio con Colombia.
Como invitados especiales participaron de la cita en Cerro Paranal el ministro de Relaciones Exteriores de Canadá John Baird y el rey Juan Carlos de España, quien busca comprometer la asistencia de los mandatarios a la próxima Cumbre Iberoamericana de Cádiz, reunión que en sus últimas ediciones ha perdido adhesión entre los presidentes de la región.