El Gobierno Nacional reveló un nuevo informe sobre el monitoreo a la deforestación en el país, que reveló ocho nuevos focos que se concentran principalmente en los departamentos de Caquetá, Nariño, Meta, Chocó y Putumayo.
Según Ómar Franco, director del Ideam, en estos departamentos se concentra más del 50% de las alertas por deforestación en el país, de manera que salieron de esta 'lista negra' Vichada y Casanare que en el informe anterior se encontraban en los departamentos que generaron mayores alarmas.
Se trata de los resultados de un sistema de monitoreo, que reporta las áreas donde se está concentrando esta deforestación en el país y que permite además brindar herramientas por acciones como la minería ilegal.
El departamento del Caquetá pasó de un 8% a un 15% de las alertas, Nariño se metió a la lista con un 12%, Meta pasó de un 7% a un 10%, Chocó bajó del 18 al 9% de las alertas, Putumayo ingresó también a los departamentos en riesgo con un 7%, mientras que Vichada pasó del 11% al 3% y Casanare bajó del 7% al 1%.

En la misma lista y con altos índices de deforestación está Cauca con un 6%, Antioquia un 6%, Guainía y Santander el 5%.

El Ideam determinó, además, que las Corporaciones Autónomas Regionales son responsables de las zonas donde se viene dando más del 50% de las alertas.
Corpoamazonia ahora encabeza la lista, Corponariño ingresó a la lista, seguida de Cormacarena y Codechocó, saliendo de esta lista según el último reporte Corpoguajira.
Los ocho nuevos núcleos se concentran en el sur del Meta, el noroccidente de Caquetá, el Putumayo, el nororiente de Guainía, los Santanderes, el Magdalena Medio, la Cordillera Central y el Pacífico Sur.

La ministra de Ambiente, Luz Helena Sarmiento,afirmó que lo más importante es que se identificaron los focos de tala de árboles, por lo que se trabajará con las "Corporaciones de estos ocho núcleos, tenemos un comité para tomar acciones muy fuertes frente al tema".

Según el análisis del Ministerio la minería ilegal y la tala indiscriminada de árboles están causando que se pierdan los bosques poniendo en riesgo las principales fuentes hídricas del país.

En comparación con el primer monitoreo, preocupa el incremento de la tala indiscriminada en zonas como Nariño, la Cordillera Central, el Magdalena Medio y los Santanderes, poniendo en riesgo el abastecimiento de agua en estas regiones de Colombia.