El conjunto del Pacífico está sufriendo un “blanqueamiento masivo de los corales”, causado sobre todo por el cambio climático, alertaron los científicos de la expedición francesa Tara Pacific.
“Aunque algunos lugares siguen indemnes, como las islas de Wallis y Futuna, la cubierta coralina está afectada entre el 30% y 90% en otros sitios”, indicaron en un comunicado los investigadores de esta expedición, publicado tras haber recorrido la mitad de su trayecto.
La goleta oceanográfica “Tara” zarpó de Francia en mayo de 2016.
La tripulación “observó los primeros arrecifes muy afectados por el cambio climático” al llegar a la isla Ducie, al oeste de la de Pascua (Chile), y seguidamente en Moorea, en la Polinesia francesa.
En las islas Samoa, el blanqueamiento alcanzó al 90% y provocó la muerte de las colonias coralinas. En Okinawa (Japón), el nivel es del 70%.
Los arrecifes coralinos sólo cubren 0,2% de la superficie de los océanos, pero reúnen casi el 30% de la biodiversidad marina.
“Cuanto mayor es el aumento de la temperatura respecto a los valores esperados y cuanto más dura la exposición a estas fuertes temperaturas del agua, mayor es el blanqueamiento”, indicó Serge Planes, director científico de la misión.
“Limitar el calentamiento a dos grados como contempla el Acuerdo de París no es ni de lejos suficiente para los ecosistemas marinos”, advirtió Romain Troublé, director general de la Fundación Tara Expeditions.
Tras haber atravesado este-oeste el océano Pacífico, desde el canal de Panamá al archipiélago de Japón, la goleta se halla actualmente en la Gran Barrera de Coral de Australia.
Ya con anterioridad se había alertado que los corales más septentrionales del mundo, que se encuentran en Japón se ven a su vez afectados por el blanqueo vinculado al calentamiento global.
Hiroya Yamano observó con su equipo en diciembre de 2016 las costas de la isla de Tsushima, que se encuentra a unos 1.000 km al suroeste de Tokio. Concluyó que un 30% de los arrecifes están afectados.
Hasta ahora “los corales del archipiélago meridional de Okinawa hallaba refugio en las aguas de temperatura más baja, extendiendo su hábitat hacia Kyushu, Shikoku y Honshu”, tres de las cuatro islas principales de Japón, explicó Yamano, director del Centro de Biología Medioambiental del instituto nacional japonés.
“Pero ahora, los corales que se encuentran en esos refugios también están amenazados. La situación es grave” dijo.
Los arrecifes coralinos, que recubren menos de 0,2% de la superficie de los océanos, albergan 30% de las especies animales y vegetales marinas. Contribuyen a la protección de las costas, la alimentación humana, la creación de empleos en el turismo.
Pero desde 2015 en las zonas tropicales tuvieron una temperatura por encima de lo normal y más de 70% se vio afectado por este calentamiento que blanquea el coral, lo que provoca su muerte.
El año pasado los científicos observaron el peor episodio del que haya registro en la Gran Barrera australiana, arrecife de 2.300 km inscrito en 1981 en el Patrimonio Mundial de la Unesco.
De la misma manera se ha llamado la atención sobre que el blanqueo del coral de la Gran Barrera de Australia es más grave de previsto inicialmente y el daño seguirá aumentando a menos que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los 2.300 kilómetros de la barrera natural inscripta desde 1981 en el patrimonio mundial de la UNESCO sufrió el año pasado el blanqueo más grave jamás registrado a causa del calentamiento de las aguas de los océanos entre marzo y abril.
La observación aérea y submarina mostró que 22% de los corales quedaron destruidos en 2016, pero ahora la proporción asciende al 29% y por tratarse del segundo año consecutivo de blanqueo, la perspectiva es muy negativa.
Es por ello que se propuso conseguir que se proteja el 10% de los océanos para 2020 porque “es vital para mitigar el cambio climático y fomentar el desarrollo sostenible de las comunidades costeras”, según expertos en el tema reunidos esta semana en Chile con ocasión del Congreso de Áreas Marinas Protegidas IMPAC4.
“Hay extensas zonas en las que el cambio climático es tan fuerte que los sistemas no resisten”, dijo Carl Gustaf Lundin, director del Programa Global Marino y Polar de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).