La selección alemana de fútbol venció 2-1 a Argelia en la prórroga, este lunes en Porto Alegre, en octavos de final del Mundial de Brasil-2014, y se enfrentará a Francia en cuartos.
André Schürrle, que arrancó el partido en el banco, adelantó a los suyos en el alargue (92) al rematar un gran centro de Thomas Müller y Mesüt Özil sentenció poco después (119). Abdelmoumene Djabou descontó al final, pero ya era demasiado tarde (120+1).
El viernes 4 de julio, galos y germanos buscarán un boleto para semifinales en el Maracaná de Rio de Janeiro.
"Concedimos demasiado, cometimos demasiados errores en defensa y permitimos sus contraataques. Debemos mejorar también en ataque contra Francia", dijo el DT alemán Joachim Löw tras la contienda.
Löw no pudo contar con Mats Hummels, su zaguero más talentoso en la salida del balón, por una gripe, y Alemania lo notó. Con Philipp Lahm actuando como mediocampista y cuatro centrales en la zaga, la Mannschaft sufrió desde el principio en su intento de jugar el balón desde atrás.
En los primeros 45 minutos nadie hubiera dicho que Alemania, segunda en el ránking de la FIFA, era la favorita, la de mayor entidad y con tres títulos en sus vitrinas.
Los 'Zorros del Desierto' robaron el balón en campo contrario una y otra vez en una primera mitad donde primó el fútbol ofensivo.
- Argelia, sin complejos -
Islam Slimani, el futbolista más activo de los africanos, tuvo el gol en sus pies a los ocho minutos pero no supo definir, escorado a la izquierda, en una precipitada salida de Manuel Neuer.
Poco después era su hombre más talentoso, Sofiane Feghouli, el que no encontraba rematador tras driblar a varios defensas y buscar a un compañero en boca de gol (14).
Alemania sufría, sorprendida por el alto ritmo y la intensa presión de los argelinos, y no era capaz de imponer su juego combinativo, paciente y de toque.
De esta forma, se veía obligada a intentarlo con tiros lejanos, como los protagonizados por Bastian Schweinsteiger (13) y Mesüt Özil (36).
Argelia creó las ocasiones más peligrosas en los primeros 45 minutos y pudo adelantarse si su lateral izquierdo, Faouzi Ghoulam, en su enésima llegada al área rival, no hubiera cruzado demasiado su zurdazo solo ante Neuer (17) o si el caprichoso rebote sobre el cuerpo de Jerome Boateng a disparo de Medhi Mostefa hubiera acabado sólo unos milímetros más a la derecha del poste alemán (38).
Slimani incluso silenció Alemania entera con un testarazo que rompió las mallas germanas pero que fue anulado tras unos segundos de expectación por fuera de juego (16).
Los europeos gozaron de su ocasión más clara al borde del descanso, con un gran tiro lejano de Toni Kroos, que despejó a un lado el arquero Rais Mbolhi y cuyo rechazo estrelló Mario Gotze de nuevo en el cuerpo del portero argelino.
- Oda al fútbol ofensivo -
Tras el paso por los vestuarios, Löw retiró a un inoperante Gotze e introdujo a Schürrle en busca de amplitud y desborde desde los costados. Su relevancia fue instantánea...y decisiva.
En sus dos primeros minutos sobre el césped rozó el gol (46) y centró a la cabeza de Shkodran Mustafi, cuyo cabezazo atrapó Mbohli (48), el héroe de los suyos en la segunda mitad.
No en vano, salvó con la yema de los dedos un misil teledirigido a su escuadra de Lahm (55) y no permitió que los alemanes, más cómodos, se pusieran por delante.
Alemania se adueñó de la pelota, pero cada contraataque africano era un recuerdo constante del peligro que corría a su espalda.
Müller tuvo en su cabeza la victoria, pero remató desviado con todo el arco a su favor (78), segundos después estrelló su testarazo en las manos del salvador Mbolhi y, casi al final, chutó fuera cuando ya se cantaba el gol en las gradas (81).
Oportunidades constantes, llegadas al área, juego vertiginoso... una oda al fútbol ofensivo, sin ataduras tácticas, dejando la pizarra a un lado, que finalizó con un sorprendente 0-0 los 90 minutos.
- Schürrle decide en el alargue -
El partido tardó poco en decidirse tras el comienzo de la prórroga, exactamente el tiempo en el que Müller entró por la izquierda y asistió a Schürrle, que remató casi sin querer dentro de las redes (92).
El cansancio hizo mella, el ritmo cayó y Alemania se benefició de ello con un potente zurdazo de Özil que acabó con toda esperanza africana.
Argelia se 'reveló' con el tanto de Djabou y, 32 años después de España-1982, estuvo cerca de vengarse por 'el partido de la vergüenza' entre alemanes y austriacos, que le dejaron entonces fuera del torneo con un 1-0 muy polémico.
"Estamos decepcionados ya que sentimos que podíamos clasificarnos a pesar de enfrentarnos a una gran selección. Aún así, entramos en la historia del fútbol argelino, lo que es ya algo muy importante", apuntó Mbolhi tras el choque.
Este jueves, los 'Zorros del Desierto', a pesar de la derrota, escribieron una nueva página dorada en su historia con un esfuerzo heroico que tuvo contra las cuerdas a una de las favoritas al título en Brasil-2014.