Alemania: justicia social, eje del tercer gobierno de Merkel | El Nuevo Siglo
Miércoles, 29 de Enero de 2014

Reforma de las jubilaciones, salario mínimo, doble nacionalidad o transición energética serán algunas de las principales tareas del tercer gobierno de la canciller alemana, Ángela Merkel, que pretende poner la justicia social en el centro de sus prioridades.

 

El nuevo gobierno de coalición alemán, integrado por el centro derecha y el centro izquierda, quiere "poner a la gente en el centro de (su) acción", dijo Merkel.

Aye , el consejo de ministros aprobó un proyecto para rebajar la edad de prejubilación a los 63 años para las personas que hayan cotizado 45 años.

Merkel revisa así, parcialmente, presionada por sus socios socialdemócratas, la gran reforma que llevó a cabo en su primer mandato también con los socialdemócratas (2005-2009).

En 2007, la gran coalición dirigida por Merkel decidió retrasar la edad de jubilación a los 67 años.

A lo largo de un discurso de una hora a los diputados, que pronunció sentada debido a una lesión que sufrió cuando practicaba esquí en las vacaciones de Navidad, la canciller alemana multiplicó las referencias a la "economía social de mercado", que alía libertad de empresa y Estado del bienestar fuerte.

A las madres de familia les subirá la pensión, un tema sensible para los conservadores. En total, la reforma costará 60.000 millones de euros para 2025, un gasto justificado porque es una cuestión de "humanidad", según la canciller.

"La humanidad de una sociedad se demuestra en la manera de tratar a los más débiles, los viejos y los enfermos", dijo Merkel.

Sin embargo, la mayoría de los medios de comunicación y el mundo de los negocios critican la reforma de las jubilaciones porque "instaura un desequilibrio en detrimento de las jóvenes generaciones".

La "gran coalición se ocupa sobre todo de los viejos porque los electores son cada vez más viejos", critica el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.

"Cada uno tiene que hacer lo que tiene que hacer en su casa", repitió la canciller, que reiteró que sólo las reformas estructurales pueden hacer que "Europa salga de la crisis más fuerte de lo que entró" y permitir una Europa "más justa".

Merkel reiteró la intención del gobierno de introducir a partir de 2015 un salario mínimo de 8,50 euros brutos por hora.

Las reformas del mercado laboral que llevó a cabo Schröder a partir de 2005, un factor clave del éxito económico del país han llevado a "abusos" que su gobierno quiere corregir, dijo, como por ejemplo la imposición de reglas más estrictas del trabajo temporal.

De otra parte, criticó enérgicamente a Estados Unidos y Gran Bretaña por las actividades de vigilancia y espionaje denunciados por el exconsultor de inteligencia estadounidense Edward Snowden.

Las potencias occidentales que sacrifican la libertad en la búsqueda de seguridad envían una señal equivocada a "miles de millones de personas que viven en países no democráticos", dijo Merkel.

"Las acciones en las cuales el fin justifica los medios, en las cuales se hace todo lo que es posible técnicamente, violan la confianza y siembran la desconfianza…El resultado final no es más seguridad, sino menos", agregó.

Merkel, cuyo teléfono celular fue supuestamente sometido a escuchas por la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA), tiene intenciones de viajar a Washington en los próximos meses para entrevistarse con el presidente Barack Obama.

Mañana se reunirá con Kerry para discutir "la asociación transatlántica y asuntos de política internacional", afirmó su portavoz, Steffen Seibert.

Merkel subrayó que "Alemania no podría desear un mejor socio que Estados Unidos", pero reconoció que los aliados están "muy alejados" en la "cuestión ética" de la libertad versus la seguridad en la vigilancia electrónica del Estado.

"¿Es correcto que nuestros socios más próximos como Estados Unidos y Gran Bretaña obtengan el acceso a todos los datos imaginables, afirmando que es por su propia seguridad y la seguridad de sus socios?", preguntó Merkel./AFP