El llamado que hiciera días atrás el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, para que los colombianos se sumaran a la campaña de donación de sangre, debe convocar a todo el país a la reflexión.
Hoy en el país existen 88 bancos de sangre, 7 de los cuales son de la Cruz Roja Colombiana y están distribuidos en todo el país. De acuerdo con información del Instituto Nacional de Salud, durante el último año 900 mil personas donaron sangre.
Si bien es cierto que las autoridades no reportan que durante las festividades de navidad y año nuevo se hubiera presentado un saldo en rojo en los bancos de sangre, es claro que donar el vital líquido aún no hace parte todavía de una conciencia colectiva. Es más, todavía se considera que este acto hace parte de un gesto de solidaridad y de altruismo, cuando debería ser todo lo contrario: una mínima obligación del individuo hacia la comunidad, pero con un elemento adicional: esa sangre no sólo contribuirá a salvar vidas de personas que no conoce, sino que en cualquier momento el beneficiado puede ser un familiar o allegado.
Difícilmente se podrá avanzar en la campaña de donación de órganos cuando ni siquiera hemos podido multiplicar la de la sangre.