El partido antiliberal Podemos, aliado español del griego Syriza, presentó su programa centrado prioritariamente en medidas de urgencia para los más pobres, un aumento del gasto público y la lucha contra la corrupción.
Se ha dicho a menudo que "Podemos había hecho el mejor diagnóstico, pero que faltaba un programa, medidas concretas, de sentido común para salir de la crisis", declaró su dirigente Pablo Iglesias, un profesor de ciencias políticas, salido de la extrema izquierda, durante la presentación del programa en un teatro del centro de Madrid.
Podemos, que durante un tiempo ocupó la primera posición en los sondeos para las legislativas de finales de año, está ahora en la cuarta posición en un panorama político dividido, en el que pisa los talones a Ciudadanos, un nuevo partido de centro derecha, al Partido Socialista y al gobernante Partido Popular (derecha).
Podemos presentó este programa a menos de un mes para las elecciones municipales y regionales del 24 de mayo.
El partido se posiciona contra la austeridad y la corrupción tras más de cinco años de una crisis dolorosa para los españoles.
"Hay que cambiar porque en este país hay 13 millones de personas en riesgo de pobreza", dijo Pablo Iglesias.
El líder de Podemos esbozó una lista de medidas en particular un "plan de rescate ciudadano", que se pondría en práctica en los cien primeros días de llegar al poder la formación, incluso a nivel regional.
Incluye una "ley 25 de emergencia social" que paralizaría los desahucios de "deudores de buena fe", o impediría los cortes de electricidad para estas.
El plan permitiría la quiebra personal, en un país como España donde las personas con hipotecas siguen endeudadas, incluso después de que se les haya embargado el bien hipotecado.
Prevé subida de impuestos para las rentas altas, sanidad pública universal, hacer un esfuerzo por la educación o el control de los gastos de funcionarios y cargos públicos.
"Este programa dice una cosa: la gente primero", insistió Iglesias, sin precisar cómo pensaba financiarlo.
"La reducción del déficit público estará subordinada a la reducción del desempleo", dijo, por su parte, Nacho Álvarez, responsable de Economía, sugiriendo un cambio de prioridades, pero asegurando que una política fiscal expansionista "es viable" porque vendría acompañada de un alza de los ingresos fiscales, aunque no proporcionó cifras de sus previsiones.
Todavía un activo de cada cuatro está desempleado en España (23,7%) a pesar de la reactivación (+1,4% de crecimiento en 2014). La deuda pública debería llegar al 98,9% del PIB en 2015 y el déficit alcanzará el 4,2%, según las previsiones del gobierno/AFP.