Jueves, 20 de Noviembre de 2014
El constructor europeo Airbus está a punto de firmar un contrato con la aerolínea estadounidense Delta Air Lines para la venta de 50 aviones de largo recorrido, con un valor de catálogo de 14.000 millones de dólares.
El contrato, según la fuente próxima a la negociación, incluye 25 aparatos A350-900 - el nuevo birreactor de largo alcance de Airbus que el 12 de noviembre obtuvo luz verde de las autoridades estadounidenses -, y 25 aviones A330-neo, una versión remotorizada de su producto estrella, cuya entrada en servicio está prevista a finales de 2017.
"El pedido debería estar concluido en pocos días. El anuncio se hará la semana que viene", indicó la otra fuente también bajo condición de anonimato.
Ni la aerolínea, la tercera en importancia de Estados Unidos, ni el constructor han querido pronunciarse al respecto.
En abril, Delta Air Lines había pedido sendos presupuestos a Airbus y Boeing para reemplazar a su flota de aparatos Boeing 747-400 y 767-300, precisando que el pedido debía realizarse "de aquí a fines de año".
Equipado con motores Trent XWB de Rolls-Royce y capaz de transportar 315 pasajeros recorriendo una distancia de 14.500 kilómetros, el A350-900 es el aparato estratégico de Airbus, que libra una batalla con su rival estadounidense por el dominio del lucrativo mercado de aviones de largo recorrido. Rivaliza con los Boeing 777 y 787, y hasta ahora cuenta con 750 pedidos netos.
El constructor europeo espera terminar de construir una parte de sus órdenes de compra antes de final de año para integrarlas en su balance comercial de 2014.
"Delta es un cliente relativamente histórico de Airbus", señaló Christophe Ménard, especialista del sector aeronáutico de Kepler Cheuvreux.
De hecho, la compañía norteamericana ya explota una importante flota de Airbus, de los cuales 126 pertenecen a la familia A320 y 32 a la categoría A330.
Si este pedido se confirma, "confirmaría la política de la aerolínea estadounidense de decantarse por aviones maduros, de eficacia probada", consideró Ménard.
Westhouse Securities, por su parte, considera que se trata de una "muy buena noticia" tanto para Airbus como para Rolls Royce, ya que, por el momento, ambas tienen "una parte del mercado relativamente reducida comparado con las compañías estadounidenses".