Un llamado a la comunidad para proteger el Águila Pescadora (Pandion haliaetus carolinensis) que en la actualidad hace presencia en Boyacá, debido a la ruta migratoria que traza desde Norte América hasta la Patagonia, Argentina, hizo Corpochivor.
La presencia de esta especie en el suroriente boyacense se debe al proceso migratorio que inicia desde Canadá y Estados Unidos, hasta Suramérica. Este recorrido se aduce, principalmente al inicio de la temporada invernal en estos países, que les impide asentar sus nidos o encontrar la cantidad necesaria de alimentos basada esencialmente en peces. Por tal razón, será común ver estas hermosas aves en lugares dedicados a la piscicultura (criadero de peces) y fuentes hídricas para alimentarse y continuar con su recorrido.
“El llamado a la comunidad se da, ya que en las últimas dos semanas, la Corporación ha recibido cuatro Águilas Pescadoras producto de entregas voluntarias. Sin embargo, dos de ellas se rehabilitan actualmente en el Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR) de Corpochivor, debido a que presentaban heridas por impacto de bala y fracturas producidas por elementos contundentes. Por consiguiente, es importante aclarar que para estas aves la ingesta de un solo pez, les brinda las energías necesarias para dos días de trayecto migratorio, con relación a esto, se invita de manera significativa a la comunidad para que permita que esta especie se alimente de peces, ya que no irrumpirían en un conflicto fauna hombre”, señaló la entidad.
Para el director de Corpochivor, Fabio Guerrero, es vital que estos individuos no sean capturados o se arremeta contra ellos, ya que tardan entre 4 y 8 meses en regresar a sus lugares de origen.
‘’Para Corpochivor salvaguardar la integridad y el proceso migratorio de esta especie es fundamental para garantizar su ciclo normal de vida, por tal razón, invitamos a la comunidad a proteger a estos hermosos visitantes e informar a la corporación de su presencia en caso de encontrarla herida, de lo contrario, si la avistan deben dejar que continúe su ruta migratoria, ya que se perderá de su grupo y finalmente no podrá regresar a su país de origen’”, dijo.
La especie es un ave rapaz de tamaño medio, que aparece en todos los continentes, excepto en la Antártida, aunque en América del Sur es sólo migradora no nidificante.
Algunas clasificaciones la ponen como la única miembro del género Pandion, mientras que otras consideran una segunda especie dentro de este género, Pandion cristatus.
El Águila Pescadora se diferencia en varios aspectos de otras rapaces diurnas. Los dedos de las patas son de igual longitud, sus tarsos son reticulados y sus garras redondeadas. El águila pescadora y los búhos son las únicas aves rapaces cuyo dedo exterior es reversible, lo que les permite agarrar a sus presas con dos dedos por delante y dos por detrás. Esto es particularmente útil cuando atrapa peces resbaladizos.
Mide entre 52 y 60 centímetros de alto, con una envergadura que oscila de 152-167 cm. De partes superiores castaño oscuro, e inferiores blancas, jaspeadas de oscuro, con una máscara oscura a los lados de la cabeza. De cola larga y estrecha, y alas angulosas, es fácil de identificar. Posee unas plumas alargadas en la nuca que forman una cresta que se eriza con frecuencia.
Es un ave particularmente bien adaptada a su dieta de pescado. Posee unas fuertes patas, provistas de escamas que le facilitan la sujeción de la presa, y uñas largas y curvadas. Puede cerrar las fosas nasales para evitar la entrada de agua durante las inmersiones.
Localiza a sus presas desde el aire, a menudo cerniéndose antes de zambullirse con las patas por delante para capturar el pez. Cuando vuelve al aire, coloca la cabeza del pez de frente, para disminuir el rozamiento del aire. Las escamas de las patas y las uñas son tan efectivas, que en algunas ocasiones el águila no puede soltar un pez demasiado pesado. Esto puede ocasionar que el ave caiga al agua, donde o bien nada hasta la orilla, o fallece por hipotermia o ahogamiento.