El Vaticano anunció haberse dotado de una nueva ley en materia de transparencia, vigilancia e información financieras, adaptando su legislación a las exigencias de los organismos internacionales de control.
La comisión pontifical para el Estado de la Ciudad del Vaticano adoptó el lunes la ley XVIII, que se aplica a todos los servicios del gobierno central de la Iglesia y confirma las disposiciones de un decreto que ya entró en vigor el 8 de agosto por instrucción personal del papa Francisco.
El Vaticano aumentó así la vigilancia sobre sus operaciones y servicios financieros, en el marco de su cooperación con el comité de expertos europeos Moneyval en la lucha contra el blanqueo de dinero "sucio'.
La Santa Sede, que aspira a figurar en la lista de Estados irreprochables, quiere acatar los parámetros internacionales sobre transparencia, vigilancia interna e intercambio de informaciones con los organismos internacionales.
"Hemos llegado al 90% del trabajo normativo en este terreno. Por tanto lo más importante ya se ha realizado" dijo a la prensa el padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede.
Desde hace tres años, las estructuras administrativas y financieras del Vaticano --entre ellas el "banco del Papa", IOR-, antaño opacas y que permitían la colocación de fondos de origen dudoso, están siendo sistemáticamente revisadas para ser reformadas.
Este 'aggiornamento' se ha acelerado con la elección del papa Francisco en marzo pasado./AFP