Fue un homenaje viviente del cantautor cienaguero Guillermo de Jesús Buitrago. Tanto que muchos creían que se traba del original.
Su debut en el mundo de los estudios de grabación se dio luego de ganar un concurso en Barranquilla por allá en el año 1949. A partir de ahí, se ganó el apodo de “Buitraguito” por la enorme similitud de sus voces y estilos.
Desde entonces y hasta su muerte, Julio César SanJuan mantuvo vivo ese legado musical ratificado por su público durante todas estas décadas.
Pero como todo inicio en el mundo artístico, las cosas no fueron fáciles desde el principio. En su niñez, 'Buitraguito' vendía dulces, frituras y leche. Sin embargo, cuando trabajaba como zapatero uno de sus clientes, que sabía que aquel ´pelao' componía versos y cantaba, le regaló un tiple y lo condujo a sus primeros acercamientos con la música.
Jamás aprendió a tocar a la perfección ese instrumento, pero después tuvo claro que lo suyo era el canto. Y precisamente tenía una facilidad para imitar la voz de aquel ídolo que sonaba durante todo el día por Emisora del Atlántico. Lo demás para este costeño fue cuestión de mantenerse vigente con ese estilo que dejó el Buitrago original.