Acapulco: sin turistas, electricidad y alimentos frescos | El Nuevo Siglo
Domingo, 22 de Septiembre de 2013

El balneario de Acapulco, uno de los más golpeados por las tormentas que dejaron en México más de 170 muertos y desaparecidos, logró evacuar a todos sus turistas pero ahora enfrenta la falta de agua potable, electricidad y alimentos frescos, así como posibles epidemias.

Tras constatar personalmente el estado de emergencia que vive el puerto, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, aseguró que "el sistema que abastecía agua potable a Acapulco, se colapsó", dejando a más de un millón de personas sin el vital líquido.

Desde el fin de semana pasado, dos tercios del territorio mexicano padecen lluvias torrenciales que se originaron por el embate, casi simultáneo, de dos ciclones que alcanzaron la fuerza de huracán categoría 1: Manuel por el Pacífico e Ingrid por el Golfo de México.

El estado de Guerrero (sur), al que pertenece Acapulco, fue el más dañado.

De los ciclones ya sólo quedan remanentes, pero dejaron a su paso 200.000 damnificados, 58.531 habitantes evacuados de sus casas y al menos 106 muertos, un saldo que podría aumentar a más de 170 si resultan fallecidas -como lo teme el gobierno- las 68 personas desaparecidas desde el lunes tras un devastador alud en una zona montañosa de Guerrero.

En tanto, la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Acapulco estima que "no hay fecha para restablecer el servicio, ya que se debe retirar la basura y lodo acumulados en la presa La Venta, que abastece a toda la ciudad", según dijo este domingo a la AFP un vocero de la institución.

Las reservas de agua están agotadas incluso en la zona hotelera, una situación que podría durar "hasta mes y medio", según el funcionario.

Por otro lado, se hace cada vez más difícil hallar frutas y verduras frescas en los mercados y tiendas del puerto, que han incrementado sensiblemente los precios de algunos productos de primera necesidad.

El paquete de huevo, por ejemplo, pasó de 50 a 160 pesos (de 3,8 a 12,2 dólares) y el kilo de tomate de 15 a 100 pesos (de 1,1 a 7,6 dólares).

Por su parte, un vocero de la Comisión Federal de Electricidad dijo a la AFP que zonas rurales del puerto siguen sin acceso a su servicio.

A esto se suma la amenaza latente de un brote de epidemia, pues persisten en Acapulco encharcamientos de aguas infecciosas.

La secretaría de Salud informó que en los albergues de Guerrero se han realizado más de 8.500 consultas, principalmente por "infecciones respiratorias agudas, enfermedades diarreicas, dermatosis y fiebre".

Aunque hasta el momento no se ha declarado una epidemia, el secretario de Salud local, Lázaro Mazón, informó que "se retirarán los puestos de comida callejeros hasta que pase la contingencia".

Lo que la tormenta se llevó

Las graves inundaciones y deslaves obligaron al cierre del aeropuerto internacional de Acapulco y de las carreteras que lo conectan con la capital del país, dejando a más de 60.000 turistas atrapados.

Los frustrados vacacionistas fueron evacuados a cuentagotas por un puente aéreo improvisado por las autoridades, una tarea que se agilizó el viernes gracias a una austera pero eficaz rehabilitación de las carreteras.

"Los turistas varados han logrado salir prácticamente en su totalidad", dijo a la AFP José Villanueva, portavoz del gobierno estatal.

Por su parte, Protección Civil informó a la AFP que desde la mañana de este domingo "opera de manera normal" el aeropuerto internacional del puerto.

En el portal web de la terminal se observan agendados 15 despegues y 15 aterrizajes rumbo y desde Ciudad de México, Toluca (centro), Monterrey (noroeste) y Tijuana (noroeste), operados por cinco aerolíneas.

No obstante, el secretario de Turismo del balneario, Netza Peralta, dijo a la AFP que la ocupación hotelera descendió drásticamente este domingo a 15%.

Recobrar el brillo

El gobierno busca desesperadamente que Acapulco regrese a la normalidad e incluso que recupere la época dorada que vivió hace décadas, cuando era el destino favorito de estrellas de Hollywood.

Así, se planea una campaña publicitaria que diga "a los mexicanos y al mundo que Acapulco está de pie, que su oferta turística está de pie, prácticamente intacta", según informó Peña Nieto.

Antes del embate de los ciclones, las autoridades ya se habían esforzado en promocionar al balneario, pero las fuertes disputas entre grupos del crimen organizado por el mercado de la droga la han convertido en una de las ciudades más peligrosas del país.

Además del problema de seguridad, falta de agua y escasez de alimentos, Acapulco enfrenta un estado de semiaislamiento.

La ruta que lo conecta con la capital del país ha sido reparada solamente de forma parcial. Varios de sus tramos cuentan con un sólo carril y en otros, aún bloqueados, se debe recurrir a caminos alternos.

México, donde el turismo es un importante motor económico, revisó a la baja la proyección del crecimiento económico para este año de 3,1% a 1,8%.

El gobierno dijo que dispone de un fondo de unos 916 millones de dólares para superar las consecuencias del desastre meteorológico, pero según Comunicaciones y Transportes, sólo la rehabilitación de carreteras costará 3.000 millones de dólares.